Hace décadas se sostiene que la práctica deliberada, siguiendo secuencias estructuradas de una actividad para alcanzar el desempeño óptimo, explica la diferencia en el desempeño destacado en campos como música y deportes. Pero, ¿la evidencia sustenta la evidencia? Un meta-análisis estadístico de 157 diversas comparaciones en 88 estudios recientes, sobre la práctica deliberada en todos los campos investigados, encuentra que prácticamente no hay tal relación. 

La evidencia muestra que hay gente que llega a niveles de desempeño de élite sin demasiada práctica, y a su vez hay quienes practican muchísimo y no llegan a tal nivel. MacNamara encuentra que el efecto de la práctica deliberada explica el 26% de la varianza en desempeños en juegos, 21% en música, 18% en deportes, 4% en educación y menos de 1% en las profesiones. 

Concluye que la práctica deliberada es importante, pero no tanto como se sostiene, por lo que no puede ser considerada variable predictora del futuro desempeño. Son otros los factores que pesan más. Por ejemplo, cuán temprano inició la práctica, el aprendizaje colaborativo de otros, cuánto disfruta de la actividad (motivación intrínseca), inteligencia y habilidades específicas en el área, capacidad de memoria. 

Además, no se aplican por igual a matemáticas o comunicaciones. (MacNamara, Hambrick y Oswald, “Deliberate Practice and Performance in Music, Games, Sports, Education and Professions: A Meta-Analysis”, en Psychological Science OnlineFirst, 01/07/2014). No son buenas noticias para los amantes de la enseñanza rutinaria y el tradicional software educativo.