"Esta suerte de segunda adolescencia se vive cuando pasas los treinta y estás perdido e igual de desencajado como cuando de adolescente”. Foto: Hugo Pérez
"Esta suerte de segunda adolescencia se vive cuando pasas los treinta y estás perdido e igual de desencajado como cuando de adolescente”. Foto: Hugo Pérez

La escritora peruana María José Caro nos presenta su segunda novela “Vida animal”, una ficción que se desarrolla en el fin de los años noventa y el inicio de los 2000, transportándonos hasta allí para recordar nuestra adolescencia, y reflexionar sobre cómo es que la adultez nos hace rememorar los momentos que vivimos con las amistades del pasado.

“Lo que he querido hacer con la novela es fijar ciertos momentos que han sido importantes para mí [...] Mis preocupaciones o mis reflexiones están puestas en la novela, sobre que significa las amistades de la infancia, qué significa esta suerte de segunda adolescencia que uno vive al pasar los treinta y está perdido. Entonces, uno está igual de desencajado como cuando es adolescente. Quería usar esos dos espacios de tiempo para esa reflexión”, detalla María José a Correo.

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¿A qué hace referencia el nombre de la novela?

Nosotros como seres humanos también somos animales y tenemos muchas similitudes con el comportamiento con los animales. A lo largo de la novela van apareciendo animales en momentos claves. Llegan a esta reunión [de amigas] y hay un gato muerto, es como una pequeña señal. Entonces los animales son como elementos un poco en clave.

La novela nos habla de la añoranza y los recuerdos de la amistad...

Algo bonito que creo que tiene esto de las amistades de la infancia es que nos permite que en grupo podamos reconstruir momentos que de otra forma no se pueden reconstruir, es como un viaje al pasado. Cuando alguien en un grupo de reencuentro recuerda alguna anécdota y todos tienen algo para alimentar esa anécdota es como una cápsula del tiempo.

¿La historia es una especie de reflexión?

Sí, el libro tiene muchas preguntas que yo me he hecho. Una gran pregunta es cuando un personaje dice: “bueno vamos a tener una mascota en casa, pero cómo voy a tener una mascota si las plantas que tengo se mueren”, y luego piensa en tener una bebé. Entonces, son interrogantes latentes, que están allí.

Son dudas que muchos tienen en la actualidad...

Sí, es parte de la novela hacerse estas preguntas que tienen que ver con el hecho de cómo maduramos, ¿cuánto de lo que somos ahora tiene que ver con el pasado? y ¿cómo estas amistades han cambiado?

¿Estas dudas las tienes en la actualidad?

Ahora yo tengo 38 y estoy en otra etapa, acabo de tener un hijo, y tener un hijo ya te cambia todo, pero cuando uno entra a los treinta empiezan las relaciones a ponerse más serias, la gente encuentra trabajos más serios, la vida se vuelve más seria en general, allí nos damos cuenta de que nos toca ocupar el lugar que ocupaba nuestros padres.

¿Crees que se está preparado para ello?

En nuestra generación ha sido un trance difícil. Qué pasa si tengo 32 años y tengo que hacerme cargo de mis padres, que es una de las reflexiones que está en el libro, y creo que es un momento para el que somos una generación que no ha llegado bien preparada, por eso quería jugar con esto de la adolescencia de los personajes a fines de los noventa, y con esta suerte de segunda adolescencia y aprendizaje que es entrar a la vida adulta y sentir que uno no tiene herramientas.

¿Por qué leer “Vida animal”?

Es una novela que reflexiona acerca de un grupo de amigas que se han reencontrado después de tiempo y que recuerdan su adolescencia a fines de los noventa y a inicios de los 2000.

¿Cuál crees que es la reflexión central?

Tiene que ver con cómo cambian las relaciones humanas en el tiempo, las preguntas que nos hacemos cuando entramos a la adultez, las preguntas que nos hacemos cuando éramos adolescentes y cómo la amistad evoluciona o permanece ahí.


SOBRE LA AUTORA

María José Caro: Nació en Lima en 1985. Es comunicadora por la Universidad de Lima y tiene un máster en Comunicología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. En el 2017 fue incluida en el Bogotá 39, como una de las mejores escritoras de América Latina.

2012 publicó el libro de relatos “La primaria”.

2019 publicó el libro infantil “Corazón de titanio”.

2016 publicó su primera novela “Perro de ojos negros”.


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