Las intensas lluvias registradas en la capital desde la noche del martes desataron ayer la furia de los ríos Rímac y Huaycoloro, los cuales se desbordaron y causaron estragos.
Al mediodía, un cielo oscuro cubrió el distrito de San Juan de Lurigancho y avizoraba la emergencia. Cerca de las 3 de la tarde, el río Huaycoloro inundó la autopista Ramiro Prialé, las avenidas Malecón Checa y Gran Chimú, y las zonas de Campoy, Zárate y Huachipa.
CRÍTICO. El panorama empeoró cuando el agua saltaba a través de las grietas y fisuras del puente. A pesar del peligro, numerosas personas arriesgaron sus vidas acercándose a un puente que cruza el cauce, en Malecón Checa, para salvar los barriles arrastrados por el agua. También hubo curiosos que solo querían tomar una fotografía. A tropezones, la Policía tuvo que desalojarlos.
La autopista Ramiro Prialé fue cerrada para evitar eventuales tragedias.
El Senamhi explicó que el río Huaycoloro registró ayer un caudal histórico de 30 metros cúbicos por segundo (m3/s). “En la sierra se intensificaron las precipitaciones, lo que originó un importante trasvase que causó a su vez lluvias en Lima. Este significativo aporte, con la integración de la masa caliente que tenemos en el litoral, activó las precipitaciones en la parte alta de la quebrada de Huaycoloro y, así, la salida del río del mismo nombre”, explicó a Correo el ingeniero Juan Arboleda.
— Canal N (@canalN_) 15 de marzo de 2017