La negligencia al volante. Durante el primer mes y medio de 2016, la Policía detectó cada semana, en promedio, a cien conductores manejando en estado de ebriedad en Lima, reveló el jefe de la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía, coronel PNP José Alvarado.
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Lo más alarmante es que las faltas se cometieron pese a que desde diciembre del año pasado conducir con alcohol en la sangre constituye un delito flagrante, que puede ser sancionado rápidamente con penas de prisión hasta por tres años.
Para Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, la cifra evidencia que aunque las normas son más severas, los limeños mantienen ese perjudicial hábito, ya que “durante bastante tiempo fue un delito fácil de evadir”.
“Antes existía la posibilidad de ser exculpado de la responsabilidad y el castigo era leve”, precisó el experto.
PREOCUPACIÓN Sobre las cifras de 2015, Alvarado refirió a Correo que la Policía detectó en Lima a más de 4500 conductores manejando en estado de ebriedad.
“El 90% de las intervenciones se realizaron en lugares próximos a centros de diversión, como discotecas, bares o bulevares, ubicados en San Isidro, Chorrillos, Miraflores, Asia y la zona comercial de Lima Norte”, detalló.
Para evitar ser protagonistas de accidentes de tránsito, el coronel instó a la población a trasladarse en taxis cuando acuda a lugares diversión. “Vayan a divertirse, pero sin poner en riesgo su vida y la de otros, o afrontar un proceso penal”, señaló.
Por su parte, Quispe Candia consideró necesario establecer una única cantidad de gramos de alcohol en la sangre, tanto para los conductores de transporte público como para los que manejan vehículos privados. “Lo ideal sería 0.2”, opinó.