Las largas colas formadas en parques, calles y hasta en medio de las pistas por vecinos que con balde en mano, bajo un intenso sol, esperaban recibir un poco de agua, fue una imagen que se repitió en diferentes distritos de la capital, como consecuencia del corte del servicio de agua potable que a la fecha afecta a 27 distritos de Lima y Callao.
Odisea. Mientras en Lince, los trabajadores de Sedapal hicieron uso del agua de un depósito subterráneo, situado en el parque Elías Aguirre, para distribuir un máximo de dos baldes a los vecinos, en El Agustino la demora de la llegada de los camiones cisterna y el desconocimiento de los puntos de distribución gratuita, indicados por Sedapal, originaron que la población tome medidas extremas.
“Estamos desde ayer sin agua y no podemos seguir esperando. Por suerte, un vecino destapó el buzón de desagüe e hizo una conexión para poder abastecernos, si no ¿cómo vamos a cocinar o asearnos?”, se preguntó Emérita Yucra, mientras esperaba pacientemente recibir el tan ansiado líquido.
Abastecimiento. Por su parte, el presidente de Sedapal, Rudecindo Vega, dijo que no se está haciendo el tratamiento de agua potable en la planta La Atarjea, debido a que esta se encuentra demasiado turbia por los huaicos y se viene empleando el agua de reserva para distribuirla de manera gratuita.
Vega sostuvo que actualmente se cuenta con 270 pozos activos de agua subterránea para abastecer a la ciudadanía (de Lima y Callao), y pidió no hacer caso a nuevos avisos que indiquen puntos de distribución de agua distintos a los establecidos por Sedapal. Apuntó que aún se desconoce cuándo cesarán los huaicos, por lo que no es posible estimar el término de la programación de nuevos cortes del servicio de agua potable.
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