La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que, como mínimo, el dos por ciento de la población de un país debería donar sangre de manera repetitiva, pero Perú no llega ni al 1 por ciento (aproximadamente, solo 295 mil unidades).
Si esta cifra desalienta, saber que el cinco por ciento de la estadística es voluntaria, entonces, el panorama es para llorar. Las cifras son datos revelados por la directora ejecutiva de la Dirección de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (DDTC), Mariela Delgado Burga.
450 MILILITROS DE VIDA. La importancia de una donación de sangre, y más si es voluntaria, se debe a que una unidad (450 ml) puede salvar entre tres a cuatro vidas, que posiblemente tuvieron la “suerte” de protagonizar un accidente de tránsito o una catástrofe, un problema doméstico o una operación riesgosa. Por ejemplo, cada año mueren en el planeta más de 500,000 mujeres durante el embarazo, el parto o la lactancia; y se estima que el 15.3% de las muertes maternas de América Latina se debe a hemorragias. Allí, nunca llegó esa unidad de sangre salvadora.
DAÑO COLATERAL. Ante este déficit, más de una persona inescrupulosa aprovecha la necesidad y desesperación de los afectados. “La gente que comercia su sangre vive de ello, es parte de una mafia que no les interesa la salud de las personas, solo obtener dinero, personas con una mala calidad de vida”, indicó Arturo Sagástegui, jefe de servicio de Medicina Transfusional del Hospital Edgardo Rebagliati Martins.
SIN DISTINCIÓN. Pero este acto de solidaridad no es cosa difícil. El doctor Sagástegui aseguró que los requisitos son sencillos: tener entre 18 y 55 años de edad, pesar 50 kilos como mínimo y estar saludable. Asimismo, la persona debe estar dispuesta a facilitar información sobre su estado de salud, a fin de garantizar la calidad de la sangre donada. El especialista también indicó que donar sangre “no vincula la opción sexual del interesado o interesada en ayudar”.
CARTAS EN EL ASUNTO. “Lo que pasa es que no hay un sistema ordenado de colecta de sangre”, reconoce Delgado Burga. Y es que además de una inexistente cultura de donación en el peruano, los entidades encargadas en el asunto solo realizan campañas esporádicas, una o tres veces al año. Por eso, desde julio, iniciará un piloto nacional de un sistema de donación de la sangre, similar al que existe en Reino Unido. “Todos los días vamos a tener dos unidades móviles que visitarán diferentes lugares y habrá un puesto fijo de colecta de sangre para abastecer a los hospitales diariamente”, finalizó.