La prosa de Ariana Harwicz (Buenos Aires, 1977) en Matate, amor es como un hachazo que divide en dos el pensamiento sobre la maternidad y la familia. De un lado queda la imagen prefabricada de la felicidad cuando nace un hijo y la formación de un clan. En la otra ribera, se encuentra la protagonista, un ser humano envuelto en un lenguaje sumergido en la dicotomía de lo bello y lo terrible. En las oraciones del primer libro de la escritora argentina, que por primera vez llega al Perú, bajo el sello de Animal de Invierno, el lector encontrará una dualidad que refleja la vida y la muerte en torno a una convivencia familiar atroz que, en una mirada rápida, puede resultar un asunto común, simple.

Sin embargo, las reflexiones en torno a lo cotidiano son duras, crueles, enfermizas. Cada detalle es un infierno. La madre busca un tiempo para leer a Virginia Wolf o escuchar un minuto a Glenn Gould y no puede. El amor es un acto desvaído. No hay curaciones. Ella encuentra cierta tregua cuando se echa sobre la hierba y queda escondida entre la maleza como un ciervo, una bestia salvaje harta de la locura diaria de la humanidad. Sus pensamientos caen en un agujero negro: no podemos columbrar en qué matiz terminarán y eso mantiene al lector enganchado para ver cómo se rompen los límites del horror.

La autora, además, moldea el lenguaje hacia los sentires de dicha mujer. Hay un estilo diferenciado que transgrede el típico orden de la sintaxis, pero se encuentra en comunión del sentido.

No es fácil leer una novela como Matate, amor. La experiencia es demoledora pero Ariana Harwicz arroja un fulgor necesario en la literatura actual, como lo ha hecho luego en sus obras posteriores. El lector debe enfrentarse a este libro con valentía, así como la autora -pienso- lo hizo para escribirla.

Novela: Matate, amor

Editorial: Animal de invierno Precio: 39 soles Páginas: 156

Ariana Harwciz estudió guión cinematográfico en el ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), Dramaturgia en EAD (Escuela de Arte Dramático). También completó sus estudios con una licenciatura en Artes del espectáculo en la Universidad París VIII y un máster en Literatura comparada en La Sorbona. Escribió La débil mental (2014), que fue editada por Animal de Invierno el año pasado, y Precoz (2015)