​El ratón de los dientes: La leyenda que todo niño creyó atesora una conmovedora historia

Cada vez que se asomaba un diente en un niño, los padres le anticipaban sobre la llegada de un ratón, el mismo que se llevaría su incisivo del menor a cambio de unas monedas.

Cabe mencionar que esta tradición tenía sus instrucciones claras, el diente de leche tenía que ser guardado debajo de la almohada, para que, en la llegada del roedor, la recompensa se llevara a cabo.

En países latinoamericanos, esta leyenda es muy conocida, en otros países como Argentina, Chile o Colombia, el ratón tiene apellido y sería “Pérez”, sin embargo, en México y en Perú solo es “el ratón de los dientes”. 

Pero esta tradición guarda una historia y es la siguiente:

Se dice que el inicio de esta leyenda se originó a raíz de un cuento francés del siglo XVIII de la baronesa d'Aulnoy: La Bonne Petite Souris (El Buen Ratoncito). El mismo que habla de un hada que se transforma en un ratón para ayudar a derrotar a un malvado rey. El roedor en busca de la victoria se ocultaba debajo de la almohada, pero por su tamaño y fragilidad, terminaron cayéndose todos sus dientes.

Así mismo, existe otra versión y es que, en 1894 en España, al jesuita Luis Coloma le encargaron que escribiera un cuento para el futuro rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, se le había caído un diente, y para que no se sienta extraño o diferente, el escritor inventó la historia del “ratón de los dientes”. Se dice que este fue el verdadero origen y otros aseguran que esta historia hacía que a los niños el hecho de perder sus dientes no sea traumático ni motivo de burla, porque le atribuían al ratón, beneficios en su trabajo como recolector de los dientes de leche.

MEMORIA

La Alcaldía de Madrid rescató la memoria del ratoncito instalando una placa en la calle del Arenal, número 8, domicilio donde el Luis Coloma situó la vivienda del roedor, en la entonces popular confitería Prast.3 En la placa puede leerse: "Aquí vivía, dentro de una caja de galletas en la confitería Prast el Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el niño rey Alfonso XIII.