Iván Thays: “Mi nueva novela es una biografía de mis fantasmas”
Iván Thays: “Mi nueva novela es una biografía de mis fantasmas”

Tras casi cuatro años,  presenta su nueva novela, Antonio vuelve a casa (Alfaguara, 2015), en la que el protagonista rompe las cadenas que lo ataban en su rutinaria vida gracias a la aparición de su doble.

El escritor, de 47 años, confiesa que esta historia fantástica, inspirada en el cuento “Wakefield”, de Nathaniel Hawthorne, representa una autobiografía emocional.

Con esta novela, usted incursiona en el género de la fantasía. ¿Cómo ha resultado la experiencia? 

Ha sido una experiencia interesante, compleja, muy libre. Nunca me he sentido tan libre para escribir como escribí. Escribir una novela que tiene como modelo un cuento tan clásico como “Wakefield”, de Nathaniel Hawthorne, fue un gran reto para mí. Escribir una novela fantástica es difícil, tiene una lógica propia. Tuve que aprender a escribir este tipo de novelas, nunca planeé escribir una historia fantástica.

¿Cómo ha construido a Antonio, el personaje principal? 

Nace de la imagen de un hombre anodino que tiene una vida rutinaria, pero un día de manera súbita descubre, se entrega a una libertad disparatada, absoluta, sin restricciones. La idea es qué pasaría si un hombre es libre en un momento.

¿Antonio simboliza a un personaje de la vida real?

No creo de la vida real, pero sí creo que es una novela hasta cierto punto autobiográfica, pero de una autobiografía interior. Es una biografía de mis fantasmas, de mis temores.

¿Cómo así decide escribir sobre sus fantasmas? 

Brotaron espontáneamente. La novela se planteó como un conteo de “Wakefield” y de ahí empezaron a aparecer temas y figuras. Los pensamientos y reflexiones de Antonio son un reflejo de mis propios pensamientos. No sé si lograba comprenderlo, pero sí lograba seguirlo. Me sentía cómplice de él, sobre todo en sus recuerdos, temores; de la relación con su padre y con su hijo.

Antonio es un hombre que reprime cosas. ¿Qué habría querido hacer usted que no hizo? 

No sé si me hubiera gustado tener una vida tan llena de libertad como Antonio, pero sí me hubiera gustado vivir, estudiar fuera de casa por un periodo largo. Vivir en España, Estados Unidos o Buenos Aires, no sé muy bien el lugar, pero me hubiera gustado tener la experiencia del exilio.

¿Ha pensado en viajar al extranjero y cumplir ese deseo? 

No, no. Me parece que es un sueño que tuvo su momento cuando era adolescente, ahora no creo que viva afuera. También me gustaba el fútbol cuando era muy niño -todos los niños quieren ser futbolistas-; duró poco tiempo ese deseo.

¿Piensa que se vive un “boom” de la cultura en Perú? 

No diría que un “boom”, pero la oferta cultural ha crecido mucho de cuando yo era adolescente. Pero también echo de menos otras cosas que había en mi época: recitales poéticos, encuentros de escritores -todos los jueves tenía un evento de ese tipo-, revistas literarias pequeñas. Extraño también la época de los blogs sobre literatura, pero eso murió cuando aparecieron las redes sociales; tuvo cuatro o cinco años de euforia y se acabó.

En una FIL de Bogotá, a Daniel Alarcón, Santiago Roncagliolo y a usted los incluyeron en el destacado grupo “Bogotá 39”. ¿Qué falta para que las voces de escritores peruanos despeguen? 

Sí, hay interés por la literatura peruana, lo que falta es el mercado. El mercado español se ha cerrado mucho porque está en recesión; no hay tanto interés en Latinoamérica. Los puntos centrales son México, Argentina, Colombia, que son los países con mejor mercado de libros, Perú no tiene un buen mercado de libros.

¿Cree que la FIL Lima alcance algún día el nivel de la FIL Guadalajara? 

De ninguna manera. Los países como Colombia, Argentina y sobre todo México invierten en cultura, Perú no invierte tanto. Esa inversión tan fuerte hace posible que la FIL Guadalajara sea la segunda feria más importante del mundo.

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