Jose María Salazar Núñez: "Es inevitable escribir desde lo que estamos viviendo"
Jose María Salazar Núñez: "Es inevitable escribir desde lo que estamos viviendo"

José María Salazar Núñez hace su debut literario con Tartamudo (Paracaídas Editores, 2018), un poemario abierto a distintas lecturas como la imposibilidad de comunicarse en un presente donde la tecnología promete una comunicación efectiva e instantánea.

Para el autor, con internet y sus elementos que se leen en los versos, ahora se están dando más formas de entender la poesía y existen nuevos espacios que, tanto en las pestañas de Google como en las páginas impresas, entregan diferentes miradas sobre la literatura peruana.

Podemos leer Tartamudo como un poemario de amor o de incomunicación en la actualidad. ¿Desde esas posiciones lo escribiste o de qué manera?

El libro nació de una exploración de la tartamudez como una metáfora para hablar acerca de la comunicación; no tanto de la condición del tartamudo, sino más bien sobre qué es la tartamudez: la condición bajo la cual una persona no puede terminar de decir palabras. Las sabe, las conoce, pero quizás porque las conoce demasiado se choca con ellas. Es una manera de coger la dualidad del presente de la comunicación. Tenemos un montón de información y maneras de comunicarnos y aún así nos cuesta.

¿Cómo quitar ese prejuicio que muchos críticos y lectores tienen sobre poetizar desde elementos como Google o WhatsApp?

No estoy de acuerdo con que alguien te descalifique solamente por usar esas cosas, del mismo modo que en los 80 o 70 se usaban nombres de calles, marcas o cantantes. Eso no hace tu poema malo ni tampoco bueno solamente porque mencionas Google. Es inevitable escribir desde lo que estamos viviendo. La poesía, la escritura, no es una burbuja que está aparte y el poeta no es alguien que está con un pipa y dice: “Bueno, sobre esto sí se puede escribir, sobre esto no”, sino que recibe todas las cosas e intenta escribir sobre todas y desde la posición en la que esté.

¿Cómo ha sido el tránsito de publicar en internet y luego hacerlo en un libro?

Siento que ese mismo prejuicio contra los poetas jóvenes o contemporáneos viene por el “escriben en internet y ahí no hay reglas”. Los poemas que saqué en un principio son los que están en el libro, antes de que este fuera publicado. Las páginas web van teniendo sus propias jerarquías y hay una exigencia para publicar. No es que sea tan libre. En mi caso, no me pareció tan traumático pasar al libro. Me sentí halagado que se interesaran por publicar el libro, pero no tuve que adaptar muchas cosas. Mientras haya más páginas web habrá una exigencia mayor y una variedad distinta. El tránsito al libro lo veo como más natural, orgánico. En algunos casos será difícil; en otros, no.

¿Ahora se puede hablar de generaciones de escritores?

Hablar de generaciones, como una cuestión unitaria, es algo que se ha perdido. Han salido un montón de propuestas para entender la poesía. Es inevitable hermanar ciertos autores. Sin embargo, es un error unificar todo: es mejor rastrear los movimientos que hay e intentar, dentro de la manera de lo posible, analizar las propuestas individualmente. Cuando unificamos todo, es más fácil de digerir, pero se pierden los matices.

¿La poesía de ahora es parricida?

Ya no hay padres. No es como los autores que publicaron en los 90. Ellos vieron caer las grandes estructuras y hay una nostalgia que nosotros ya no tenemos porque no vivimos nada de eso. No hay necesidad de matar al padre, sino de hacer cosas nuevas. Hemos tenido distintos padres y cada vez es más fragmentario. A todos nos encantaría decir que estamos haciendo lo correcto. Lo que estamos escribiendo es lo que vale ahora.

Dicen que el tiempo es el principal juez de las obras...

No creo mucho en eso de que el tiempo va a juzgar todo. Porque entonces el tiempo, en términos de literatura, ha sido bastante machista y le han gustado muchos autores blancos y varones. El tiempo no es así. Hay ideologías, momentos y estructuras que cambian. Hay que seguir escribiendo, que el mundo se siga llenando de libros, de propuestas, y ya veremos cuál de ellas surgen y en qué respectivos momentos.

¿Cómo tomas que digan el “hijo de Federico Salazar” debuta como escritor?

Entiendo que eso es un atractivo para levantar la noticia. También depende del medio y la sección. Sería bien “con...” de mi parte quejarme de lo difícil que es ser hijo de Federico Salazar (risas). No es difícil en lo absoluto. Hay gente que está pasando por muchas cosas peores y no me voy a quejar de eso jamás. No me molesta. Me interesa que la gente lea Tartamudo porque le gustó y que opine sobre el libro.

Sobre José María Salazar Núñez

Poeta de 24 años. Estudia Literatura Hispana en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Estudió Literatura General y Comparada en la Universidad Complutense de Madrid. Está preparando 2 poemarios para publicar luego de Tartamudo.