Keith Lee Morris: "García Márquez ha tenido una gran influencia en mí"
Keith Lee Morris: "García Márquez ha tenido una gran influencia en mí"

El escritor estadounidense Keith Lee Morris, antes de su visita al país por la Feria del Libro Ricardo Palma, respondió algunas preguntas para el diario Correo sobre su libro de cuentos "Llámalo como quieras", que ha sido traducido por primera vez al español, bajo la editorial peruana Pesopluma.

El autor habla de la escritura, las conexiones entre el autor y el lector, y de autores latinoamericanos como Gabriel García Márquez.

¿Este libro de cuentos surgió de imágenes, escenas o experiencias personales?

En los 90, escribí historias, basadas en partes de sueños, que eran raras y obviamente oníricas. Cuando me acerqué a la editorial Tin House, a ellos les gustó el concepto de publicar historias de sueños junto a otras más realistas. El primer cuento, "Testimonio", se siente dolorosamente real. Mientras que el último, "La alcantarilla", dolorosamente surreal. Esta obra es un intento de mostrar que las narraciones pueden expresar emociones y plantear cuestionamientos esenciales de innumerables formas.

¿Escribes sobre tus obsesiones, anhelos?

Intento no pensar mis personajes, que invento antes de las historias, como sustitutos de mis ideas o sentimiento. Pero sí, por supuesto, pienso que, como escritor, siempre debes acabar hablando de las cosas que te importan profundamente. El truco es disfrazarlos como las obsesiones de alguien más (los personajes); ese es el alma de la ficción.

Conectamos con tus historias porque tienen empatía y una atmósfera que nos parece familiar o que parece posible. ¿Buscabas ese efecto?

Entiendo la teoría de que, mientras estás en medio de la creación de la obra de arte, se debería olvidar a la audiencia, pero yo nunca hago eso, y pienso que la conexión que siento con mis lectores, cuando estoy escribiendo, es un componente clave en mi trabajo. Escribir no es como ser un músico —no tienes la oportunidad de interpretar tu oficio en vivo frente a una audiencia y sentir su respuesta en el momento—, pero sí estás imaginando al lector todo el tiempo, cuando trabajas, la energía emocional puede ser similar.

Eres profesor de Escritura Creativa. ¿Qué es lo más importante que le dices a tus estudiantes?

Son muchas cosas. Ser persistente, nunca renunciar. Trabajar y trabajar y trabajar. Mantenerse enfocado en la escritura en sí y no en los atajos —construir tu imagen a través de las redes sociales, hacer conexiones en el mundo literario— que has visto que otros usan para salir adelante. Siempre te sentirás mejor a la larga si logras el éxito así, en vez de obtenerlo a través de algún truco barato. Permanece fiel a tu idea de lo que quieres hacer —escucha a la gente que ha tenido éxito antes que tú, pero nunca dejes que te convenzan de simplemente imitar su método. Cada escritor tiene que encontrar su propio camino. Sé valiente. Intenta algo nuevo.

¿Qué te parece que tu libro sea traducido al español?

Es increíble que las historias de personajes de un pueblo pequeño en Idaho, mi tierra natal, ahora son apreciadas en el otro lado del ecuador. Nunca lo habría adivinado. Estoy agradecido con Julio Durán por su interés en “Testimonio”, que fue el primer cuento que captó su atención. Escribí sobre gente que, como yo, creció en una diminuta área en el mapa que nadie había prestado atención, pero alguien en un mundo y contexto totalmente diferentes entiende lo que estuve diciendo. Es alentador. Y, por supuesto, eso pasa a diario. De eso se trata la literatura.

¿Cómo es tu relación con la literatura escrita en América Latina o escritores como Vargas Llosa o García Márquez?

Lamento decir que la única novela de Vargas Llosa que he leído hasta ahora es "Conversación en la Catedral"; probablemente lo hice cuando era demasiado joven para entenderla muy bien. Intentaré corregir pronto este vacío en mi historia de lectura —quizá encuentre una buena librería en Lima y pueda llevar a casa algunos libros de autores peruanos que necesito leer. Márquez ha tenido una gran influencia en mí, pero tengo otros: Borges en particular, Carlos Fuentes, Isabel Allende, Rosario Castellanos. Márquez fue el más importante. El primer capítulo de "Cien años de soledad", en el que el padre del coronel lo lleva a “descubrir” el hielo, fue quizá la mejor lección que he recibido de cómo hacer que algo que, en la superficie, era absurdo pareciera irresistiblemente creíble. Ese libro y "El amor en los tiempos del cólera" son dos de mis novelas favoritas.

Perfil

Keith Lee Morris, cuentista y novelista

Nació en Louisville, Misisipi, en 1963. Es profesor asociado en la Universidad de Clemson. Es autor de los libros “The Best Seats in the House”, “The Greyhound God”, “The Dart League King” y “Travelers Rest”.