Los límites de la fe en la obra teatral La Travesía
Los límites de la fe en la obra teatral La Travesía

Sobre los brazos de la hermana Cecilia se diluyen los últimos segundos de vida de una niña de 8 o 9 años. El horror de su rostro está lejos de expresar las condiciones de cómo encontró a la menor entre los matorrales que se ubicaban a pocos metros de la misión humanitaria de la que participa en plena guerra civil. La monja duda de su fe. Busca aferrarse a Dios, pero sus principios no se lo permiten, porque sus sospechas sobre el culpable de esta barbarie señalan a uno de sus compañeros.

La obra La Travesía, un drama que también explorar el terror, es un viaje reflexivo, pero también geográfico por la situación en la que se encuentra la sociedad en la que vive. “Los hombres y la naturaleza de este lugar están fuera de la mano de Dios”, le comenta el conductor de un camión (CarlosMesta) a la profesa.

CONFLICTO

La desesperación de Cecilia no encuentra calma en sus rezos. Tampoco en el cigarrillo que fuma en compañía de un fotógrafo (Rodrigo Palacios), que llegó a investigar la crueldad del hombre en la guerra, y que capturó el último susurro de una niña con su lente. “No hay estética en el dolor”, exclama Bernasconi en personaje.

Existe un deseo de justicia entre ambos, pero también el miedo de lo que puede ocasionar. Detrás de esta misión humanitaria está la iglesia, pero también las dudas por ciertas acciones que cometió la hermana.

“Tu denuncia puede afectar la imagen de todos nosotros.Piensa bien en lo que vas a hacer”, reclama el líder de la misión humanitaria (Carlos Victoria), a quien la protagonista le confiesa su presentimiento.

Al parecer, sobre la vida, se posan intereses que no conocemos.

INTERPRETACIÓN

Para Sandra Bernasconi, realizar este papel ha sido un reto. Lograr la interpretación ha sido un trabajo que, como en parte de sus roles, busca conectar con su propia búsqueda como actriz.

“No ha sido fácil interpretar este papel. Siempre fui guiada por la mano del director, Alberto Ísola. Siempre que hago un personaje lo conecto con algo que yo también tengo. En este caso, es la búsqueda de la ética. Me prendo de ello para armar la personalidad, todo”, señala Bernasconi.

La Travesía es una obra reflexiva, con pasajes crudos y atemporales, en lo que significa la necesidad de una justicia efímera.

“En una conversación con la hermana Isabel (Alejandra Saba), se da cuenta de que no podrá cambiar nada, pues el sistema está podrido por quienes manipulan el sistema para su propio beneficio”, sentencia la artista.

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