Los primeros versos del poeta Javier Heraud
Los primeros versos del poeta Javier Heraud

"Hoy he destruido deliciosamente a César Vallejo…", dice uno de los versos que Javier Heraud escribió entre los 12 y 17 años y que ahora aparecen en el libro "Al heródico modo. Ejercicios tempranos (1954-1959)".

La publicación, editada por la Casa de la Literatura Peruana, reúne textos del poeta —la mayoría inéditos— antes de la publicación de su poemario "El río", en 1960.

En esta muestra poética, cuya selección fue trabajada por Rodrigo Vera, se encuentra el proceso en cómo Heraud empieza a construir su propio estilo, a partir de juegos y el diálogo con poetas mayores como César Vallejo, César Moro y Martín Adán.

"En 'Cuatro sonetos a Martín Adán', Heraud parodia, juega con el lenguaje más barroco de 'Travesía de extramares'. Y hay un poema que se llama 'La vida escandalosa de César Moro', una especie de reapropiación del poema del mismo nombre que aparece en 'La tortuga ecuestre'. Ahí ya se ve el trabajo como una escritura de collage. Extrae fragmentos y títulos de ese y otros poemas de dicho libro, los trae a su propia escritura como si fueran versos y los mezcla con evocaciones oníricas", manifestó Rodrigo Vera a Correo.

voz propia. A partir de esos ejercicios, en la obra de Heraud se nota la influencia de Vallejo, el acercamiento al surrealismo, la vanguardia, sobre todo por la ruptura que hace con el lenguaje y el uso de palabras inventadas u onomatopéyicas.

"Se ve un Heraud que está experimentando con el lenguaje, con una voz que va a través del diálogo con otras voces mayores, tanto de la poesía peruana como la poesía de afuera. (...) Son poemas como ejercicios de estilo, que van puliendo una voz propia", dijo Vera.

Con la ayuda y aprobación de la familia —sobre todo de Cecilia, hermana del poeta, en el momento de entender la letra de Javier en los manuscritos—, se ha editado este material, el cual forma parte del archivo familiar y de la Pontificia Universidad Católica del Perú, para que ahora no solo esté a la mano de investigadores, sino de los lectores de Heraud.


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