Desde pequeña supo que quería pasar el resto de su vida practicando la danza que más le gustaba: el ballet, ese baile inalcanzable para algunos, pero que para ella es un sueño hecho realidad. Con tan solo ocho años, ingresó a la Escuela Nacional Superior de Ballet y, años más tarde, al Ballet Municipal de Lima, bajo la dirección de Lucy Telge. Fue así que participó en diferentes obras como parte del cuerpo de baile y luego como solista. Sobre estas mismas tablas no solo cumplió una de sus metas -ser bailarina profesional-, sino que encontró el amor en aquel hombre que ahora es su esposo. Luciana Cárdenas inicia una temporada interpretando a Blancanieves, una adaptación del clásico cuento de los hermanos Grimm.
¿Cómo nació tu inclinación por el ballet?
Cuando estaba en la escuela tenía una profesora de ballet. Ella le dijo a mi mamá que me veía condiciones para esta danza y que, si me gustaba, probara para hacer de esta pasión una carrera. A mí me encantaba bailar desde pequeña. Entonces, fui con mi mamá y postulé a la Escuela Nacional Superior de Ballet. Así fue como empezó todo.
¿Cómo es el proceso de interpretar una historia en danza?
El tema de la coreografía ayuda muchísimo. Si bien es cierto que no hay diálogo, en la danza también puedes mantener un texto. Sí hay formas de expresarse a través del movimiento. Creo que hay papeles que se ajustan más al perfil de cada persona. En mi caso, por lo general, suelo hacer papeles de princesas. Por mi temperamento, cuando me toca hacer de mala, me cuesta un poco más.
¿Para bailar ballet profesional es necesario que se haga desde niña?
Se puede hacer de adulto, pero si quieres ser bailarina profesional, sí es necesario hacerlo desde la infancia. Es más por un tema físico, por eso en todas las agencias del mundo la admisión es de 8 a 10 años.
El ballet es visto como un baile majestuoso, ¿crees que esto aleja al público porque se piensa que es para ciertas clases sociales? Bueno, sí, es un poco elitista, sobre todo porque siempre se presenta en el teatro. Pero ha habido muchos acercamientos al público como programas de formación. El ballet también da funciones en la calle. Esto ayudará a demostrar que el ballet es para todos.
Según tu experiencia, ¿consideras que ha crecido la afluencia del público al teatro?
Sí. Definitivamente sí ha crecido en un 70%, porque yo tengo los recuerdos de cuando recién empecé en salas un poco vacías, lo cual era un poco triste, pero hoy en día hemos terminado todas las temporadas de este año con el teatro lleno, sin entradas. Eso es algo que, como bailarina y artista, motiva. El público infantil también asiste por la temática de las danzas.
¿Cuál es la obra que se te ha hecho más difícil de interpretar?
Sin duda, El lago de los cisnes, porque la protagonista tiene que interpretar dos roles y la diferencia es abismal en el temperamento. El cisne negro es uno de los papeles que más me ha costado porque técnicamente es muy preciso y, además, porque en el primer acto eres el cisne blanco y en pocos segundos cambias al “malo”. Es muy tedioso.
¿Qué se necesita para ser una bailarina de ballet?
Perseverancia y paciencia básicamente, porque el trabajo es progresivo. Al comienzo es difícil porque cuando empiezas eres niña, mezclas el colegio con la escuela de baile, entonces es más trabajoso.
¿Fue en el teatro donde conociste a tu esposo?
No, fue en la escuela de baile, hemos bailado juntos también y al tener confianza, las cosas del trabajo se hacen más sencillas, pero también es difícil porque por el hecho de tener esa cercanía puedes discutir más (risas).
¿Qué representa para ti el ballet?
Es un sueño cumplido, porque de niña quería ser bailarina. Cuando iba al teatro, decía: “Quiero hacer eso”, y no solo por una satisfacción mía, sino por dar algo más al público. El ballet es mi profesión y yo vivo de eso.
Hoy lanzan una nueva interpretación de Blancanieves en el Teatro Municipal, ¿qué expectativas tienen con los más pequeños?
Es una manera de introducir a los niños al ballet de una forma más divertida. Además, ellos participan a veces en la función con sus comentarios. Por ejemplo, en el momento en que Blancanieves va a morder la manzana, escuchas que dicen “¡No te la comas!” (risas) o cosas como esas. La última vez que interpreté a Blancanieves fue en el 2013 y ahora de nuevo lo haré.
DATO
Luciana Cárdenas. Bailarina Clásica y Fotógrafa Profesional. Inició sus estudios de danza clásica a la edad de ocho años en la Escuela Nacional Superior de Ballet. Desde el 2013 es la bailarina principal del Ballet Nacional de Lima.
2013 participó como bailarina invitada en el X International Young Dancers Festival.
2013 empieza a interpretar roles principales en obras como: Bella Durmiente, Blanca Nieves, Cenicienta, La Hija del Faraón, entre otras.