Luiz Carlos Reátegui: “El arte humaniza, sensibiliza y enseña”

Después de publicar su primer libro, Isabella Nápoles (2014), que tuvo dos ediciones agotadas, el escritor y político peruano Luiz Carlos Reátegui publicó Prohibido besar a las cholas, un conjunto de cuentos que explora, a través de la literatura, problemas que aún aquejan a nuestra sociedad, como el racismo, la desigualdad, la explotación sexual y la discriminación de diferente índole.

¿Cuánto de la realidad hay en los cuentos de Prohibido besar a las cholas?

Hay muchas dosis de realidad, pero se juega con los detalles para darle fuerza a los textos. Experiencias personales, situaciones que he escuchado o podido ver en la calle. He tratado un poco poder plasmar esa realidad dentro de los textos. Vemos casos de discriminación, contra o a favor de la homosexualidad, el racismo. También vemos temas como la trata de personas, infidelidad, etcétera.

¿Qué tan importante es tocar estos temas, como el racismo, en la literatura?

El título del libro, Prohibido besar a las cholas, es producto de una experiencia personal en un centro laboral donde se vio de cerca el tema del racismo con una integrante del personal de limpieza. Nadie quería saludarla con beso, porque todos los jefes, con rango superior, miraban por encima del hombro a este tipo de servidores. El primer cuento también es una experiencia personal donde ahí sí, en carne propia, me sentí discriminado por mi aspecto físico, económico, por mi forma de verme. Ese cuento también plasma un tema muy marcado en cuanto a discriminación, desigualdad, racismo.

¿Cómo trabajaste el tema de la verosimilitud al transformar estas experiencias?

Hay que tener mucho cuidado con lo posible y lo verosímil. En un texto todo puede ser posible, pero muchas veces algunos cuentos no resultan verosímiles. Y cuando leo o escribo algo me gusta que el texto se sienta verosímil. Me preocupa mucho que cuando el lector lea el cuento diga: “Sí, esto no solamente es posible, sino también ha pasado, está sucediendo ahorita en este momento”.

El cuento “Tratamiento parental” tiene mucho de “Las botellas y los hombres” de Julio Ramón Ribeyro. ¿Fue un homenaje o una coincidencia?

Yo diría que es una coincidencia feliz, porque a mí me gusta mucho Ribeyro. Su narrativa me llama mucho la atención. Y algunas personas que han hecho comentarios sobre el libro Prohibido besar a las cholas dicen que hay un aire ribeyriano, lo cual me llena de satisfacción, me honra mucho, porque es un escritor al que admiro. Y enhorabuena si los lectores encuentran algo de eso en los cuentos.

¿Cómo ves el contexto actual en que se mueven los personajes?

Estos cuentos se leen de manera independiente, pero en su conjunto se puede percibir la sensación de una realidad nacional agobiante y asfixiante. Creo que es lo que vemos. La literatura tiene que ayudar un poco a mostrar lo que está sucediendo en esta sociedad y, particularmente, aquí en Lima. Esta es una sociedad que necesita leer más para ser tolerante, para entender más y ser empática. He querido mostrar lo que está sucediendo en varios ámbitos.

Y en esta realidad ya no abundan los políticos intelectuales...

Grandes políticos combinaban muy bien estas dos facetas: de escribir y hacer política, de generar un valor agregado al tema político. Eso es lo que enriquece a la política, que también viene a ser una suerte de arte de la persuasión, del convencimiento, de la toma de decisiones. Y quizás eso se ha estado olvidando de un tiempo a esta parte. Sería bueno que los políticos exploren un poco más el tema de la creación, porque eso va a sensibilizarlos. Dudo mucho que un político que haya desarrollado su lado artístico, teniendo esa información o ese bagaje cultural, pueda hacer cosas irregulares. Porque el arte instruye. Cualquier tipo de arte va a moldear al ser humano, lo hará más tolerante, más juicioso al momento de decidir. El arte humaniza, sensibiliza y enseña. Ojalá que podamos tener esa clase de políticos nuevamente.

PERFIL

Luiz Carlos Reátegui

Narrador

Nació en Loreto en 1985. Estudió Derecho en la Universidad San Martín de Porres. Ha sido regidor metropolita-no de Lima. Ganó el Premio Planeta Cuba.