Pablo Cermeño: "La capacidad de narrar va más allá de si uno es escritor o no"

El médico peruano Pablo Cermeño debutó este año como novelista con el lanzamiento de Norma (Caja Negra, 2018), libro en que nos presenta a una escritora de suspenso famosa que de repente es internada en un centro psiquiátrico porque no recuerda nada.

Los psiquiatras, para que la narradora logre recordar qué ocurrió, le piden que escriba una novela para que encuentre la paz y el paradero de su desaparecido esposo.

¿Qué te ha motivado a escribir ficción siendo médico?

Yo tengo afición a la pintura desde muy chico. Cuando empiezo a estudiar medicina ya no tenía tiempo para pintar y comienzo a escribir poemas. Luego me vienen a la cabeza varias historias y es así que empiezo a escribir pequeños relatos. Hace cuatro años me vino esta idea de la novela. Norma tiene muchos aspectos relacionados a la salud mental. Yo trabajé varios años en ello y pude absorber experiencias lindas.

¿Cómo trabajaste la intriga de la novela siendo un novel en la escritura?

Sí, soy un novato completo, un escritor en pañales, pero creo que la capacidad de imaginar y narrar va más allá de si uno es escritor o no. Yo recién empiezo a leer hace algunos años, pero durante toda mi vida me ha gustado ver películas. Hay cintas de suspenso que son geniales y todo eso me ha ido enriqueciendo. Yo te presento una cosa y durante toda la novela trato de ir dándote un poco más. Yo quiero que en el último capítulo te des cuenta de que esto no era como tú creías. Hay libros que son geniales al final, pero que toda la primera mitad son un poco lentos. Yo trato de que esto sea una cosa tras otra. Me gusta leer cosas que me enganchen y que tengan buen ritmo. Entonces, más o menos, yo escribo de esta manera.

Norma crea en su novela una mujer celosa, insegura, inestable, es casi un reflejo de ella como autora. ¿Por qué abordas el tema de la salud mental en tu libro?

Cada personaje que Norma crea son una parte de ella misma. Cada uno es parte de sus inseguridades y de sus problemas mentales. Isabella, por ejemplo, que es una persona insegura, llena de celos, es la parte más fragmentada, quebrada e insegura de Norma. Durante toda mi carrera me enamoré de la psiquiatría. Tuve unos profesores increíbles y estuve apunto de decidirme por ser psiquiatra, pero decliné porque quería hacer otras cosas con mi vida, no solo ser médico. La parte final del libro es bastante similar a lo que hacíamos en el hospital.

¿Por qué una persona insiste en mantener relaciones insanas, como Norma, que pueden acabar muy mal?

Es una pregunta que parece sencilla, pero es un poco más compleja de lo que parece. Yo mismo he vivido una relación insana, pero no al punto de lo de la novela. La dependencia es algo común. Dos personas se enamoran y quieren estar todo el tiempo juntos. A uno no le gusta ni siquiera que la otra persona se vaya a trabajar a otro lado. Eso genera inseguridad en la pareja. No permite que ambos crezcan como personas. Se unen y se anulan. Esto se puede extrapolar a cosas terribles, a celos grandes, a reacciones agresivas. Ahora dicen que si una mujer sale vistiendo ropa muy pequeña es coqueta. Eso te dice que la población está enferma. A todo nivel, ahorita todo el mundo recibe agresiones y eso termina por enfermarte.

Isabella, el personaje que crea Norma, también es obsesiva, celosa al extremo...

Un escritor escribe en base a su experiencia. Cada uno de los personajes tiene rasgos míos, pero están caricaturizados. Cuando tuve enamorada, era una persona celosa, insegura. He sido controlador, pero eso no me ha llevado a nada bueno. Quizá por eso mis relaciones han terminado. En algún punto hice un alto a ese comportamiento. Hice una introspección y pude superarlo. La salud de mi relación actual es bastante buena.

¿Qué lección te dejó esa forma de ser que tenías? 

Que nadie me va a aguantar. Uno está aquí para ser feliz. Tu pareja te puede aguantar un tiempo, pero al final va a tirar por su propio lado, va a tirar por su felicidad. Nadie va a arruinar su vida o su felicidad por aguantar a alguien que está malográndosela. Aprendí que eso no es querer a tu pareja, que más bien es hacerle daño. Si no te das cuenta, es porque eres egoísta. Así tu pareja se convierte en un objeto, en tu propiedad.

Sobre Pablo Cermeño