La propuesta de “Roberto Miró Quesada” (Máquina Purísima, 2023), poemario de José Carlos Yrigoyen, se presenta al lector desde la portada: un diálogo (im) posible. Los nombres del poeta y el intelectual están unidos por unas líneas que simulan a una conversación, versada, en medio de un espacio limpio, un cuadro que se encierra en forma de libro.
Los trece momentos de este poema-río, como el sonido cotidiano pero llamativo del agua contra las piedras, levanta un acercamiento hacia la vida y obra de RMQ, pensador de izquierda de los 80, uno de los fundadores del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), un hallazgo que la voz poética hace para explorar sus cuestionamientos.
Una voz que se bifurca en una aproximación del autor con su pariente fallecido en 1999 (el 20 de octubre se cumplieron 24 años). Una voz que se compone de testimonios, ensayos, fotografías, documentos y otros textos sobre el legado del inclasificable y, muchas veces, incomprendido de Roberto Miró Quesada.
En lo que parece una travesía inútil, brota lo insospechado, porque la literatura es, en especial, tomar lo que parece no tener palabras y darle los verbos e imágenes que se aproximen a lo inefable. El poema 13 dice, a su modo, en el cierre del libro, que “hacer poesía es fotografía lo que no existe”.
En ese mundo, construido desde la irreverencia y la reflexión, se mueven los versos de Yrigoyen, cosidos como una charla continua y con la esencia del desborde en cada respiración, entre el dato más fáctico y la metáfora más personal.
Si bien hay una conexión previa, el poemario logra lo que, para Robert Lowell era “el principal problema de escribir poesía”: “conectarla con lo que realmente sientes, y para eso hay que maniobrar muchísimo” (The Paris Review, 1961).
PERSONA
En “Roberto Miró Quesada” hay una composición de la complejidad del personaje, alejándose de la pura materialidad del papel. Y, para esto, se necesita la mirada del yo, esa honestidad para mirar y verse a través de un hombre que es un descubrimiento, por su disidencia, la música, su crítica propia y ajena (“¿cómo usted, señor Miró Quesada, / habla del ciclo agrario desde su departamento de Jesús María?”), y sus intenciones con el porvenir: “qué importa / nuestro prestigio si de este depende la felicidad futura de seres que nunca / llegaremos a conocer y que seguramente jamás sabrán nuestros nombres”.
Porque RMQ es “audaz incluso para quienes eran / proclamados como la vanguardia”.
Yrigoyen plantea un lenguaje que no solo toma la cotidianidad de la palabra, sino que también el lenguaje del cuerpo enfermo, la forma de la ira y la desilusión por los débiles cimientos de la libertad de un propósito mayor, la estructura del deseo que también se quiebra por la presencia de la muerte (“no hubo rastro de amargura ni autocompasión cuando / entraste con dignidad a las llamas, al follaje de la nada”) y extiende la soledad como un espacio para (des) conocernos.
Las soledades convergen en este poema largo y la voz poética toma presencia para no falsear una voz que admira pero que conoce a distancia del tiempo, de las realidades y de las condiciones. El que poetiza puede ver la resaca de las revoluciones y los coloca frente a la historiografía.
Por eso entra en la herencia de RMQ, para mirar los triunfos y fracasos, el desánimo y todo el gran “pero” que se deja atrás para seguir “hablando” con el otro, el tío mirífico y mundano. Porque así se mira la luz en las heridas todavía latentes (personales, sociales) para, quizás, encontrar una esperanza.
DATO
REGRESA LA FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA
La Feria del Libro Ricardo Palma regresa a Miraflores con su edición 44. El evento se desarrollará desde el 24 de noviembre hasta el 10 de diciembre en el Parque Kennedy, con homenajes a Julio Ramón Ribeyro, Blanca Varela y Pilar Dughi. Tendrá como invitados internacionales a Dolores Reyes, Mario Bellatin, María Sonia Cristoff, entre otros.
MÁS LIBROS
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“Sabor” de Micaela Chirif e Ignacio Medina, con las ilustraciones de Andrea Antinori, hace una exploración de los sentidos, en especial del gusto, con una serie de preguntas, entre lo informativo y lo poético. Publicado por Océano.
“El imperio y sus despojos” de Juan Mauricio Muñoz
Juan Mauricio Muñoz vuelve a explorar la inmigración con una historia de violencia en Estados Unidos. Pandillas, nostalgia y peligro son algunos campos de su libro. Editado por Animal de Invierno, tiene 100 páginas.
“Desaparecidas” de Teresina Muñoz-Nájar
Teresina Muñoz-Nájar hace una investigación en Lima, Urcos, Huamachuco y La Pampa, entre otros puntos del Perú, para abordar las desapariciones de mujeres. Publicado por Aguilar, el libro tiene 141 páginas.