Buscó la historia durante años, desde que leyó La hora azul (2005). Hurgó en los personajes de esta novela de Alonso Cueto para inspirarse. Tiró al tacho varios intentos de guion, se sentía frustrado, pero no desmayó hasta dar con lo que quería contar.
Salvador del Solar: “El Perú debe darle importancia a su ficción”
Salvador del Solar, reconocido por su trabajo actoral en el Perú y el extranjero, debuta como director de cine con Magallanes, un drama que narra la historia de un exmilitar (Damián Alcázar) que había sido destacado a Ayacucho en pleno conflicto armado y que hoy se gana la vida en Lima como taxista.
Durante su recorrido por la capital, este hombre llega a cruzarse con la chica (Solier) que fue abusada sexualmente por él y sus compañeros y secuestrada por un general en Huanta, y busca redimir su culpa con la ahora mujer que aflora su resentimiento al recordar la violencia que sufrió en su adolescencia.
Esta historia, finalmente, se inspiró en La pasajera, novela corta que este año publicó Alonso Cueto, testigo de la perseverancia del actor, que mañana estrena su ópera prima en el CCPUCP como parte del 19° Festival de Cine de Lima, donde compite en la sección oficial de ficción.
"Creo que para hacer algo que valga la pena hay que pasar en el algún momento por las brasas del miedo”
¿Cómo se concreta la historia de tu película?
Cuando empiezo a trabajar La hora azul como guion. Y después de hurgar tanto en la historia, llego a este personaje, que en la novela era Chacho Osorio, que estaba chantajeando a la madre del abogado, el protagonista. Pero yo venía frustrado y no me interesaba este chantajista infiel como protagonista de mi historia. Entonces, lo convierto en un taxista que recurre a un chantaje para algo que él considera bueno. Y cuando le cuento esto a Alonso, él me dice: “Oye, yo tengo un relato que nunca he publicado y que siempre he considerado que este personaje de alguna manera tenía esta similitud con Chacho Osorio. Este relato se llama La pasajera y el luchador. Y me lo pasa. Entonces, este personaje llamado ahora Magallanes es fruto de un camino largo, es el protagonista de la historia que yo quería contar.
Y el trasfondo es casi el mismo. La chica está justificadamente resentida y el tipo quiere redimirse de alguna manera...
Yo creo que son los impulsos fundamentales los que emparentan claramente las historias. Sí, creo que lo que dices es correcto. Creo es que una muy buena manera de definir esta historia, que es una de redención o un intento de redención porque no necesariamente queda claro. Lo que siento yo, aunque no se vea, una vez que la película termina, mi sensación y la sensación que esperaría que el público se lleve es algo así como: por lo menos estos dos personajes por fin han comenzado el proceso de voltear esa página.
¿Cómo te has sentido en esta primera experiencia como director?
Extraordinariamente bien acompañado, que es, creo, la condición necesaria para poder sentirse bien. Creo que ha sido muy importante para mí estar tan bien rodeado y respaldado en todos los aspectos para llevar adelante la película. Y, por supuesto, aún no llego a decir tenemos a Damián Alcázar, a Magaly Solier, a Federico Luppi, a Bruno Odar, a Christian Meier, a Tatiana Espinoza, a Tatiana Astengo, a Liliana Trujillo y todavía no acabo con el equipo. Me siento contento porque la película es una realidad y satisfecho con el resultado. Ya veremos qué pasa con el público, con la crítica, pero siento que ha sido un camino largo, de mucho trabajo y de un generoso talento que se ha ido sumando.
¿En algún momento del rodaje pasó por tu cabeza patear el tablero? ¿Te has sentido incapaz?
Lo segundo, sí; lo primero, no. En el rodaje ya no podía patear el tablero, había que hacerla. Sí pensé en patear el tablero en el proceso del guion, más de una vez. Creía que no era capaz de contar una historia que estuviera suficientemente interesante para que alguien quiera pagar la entrada. Y pensaba que no servía para esto, que era una estupidez de mi parte haber pretendido que podía escribir el guion. Quizás de lo que más orgulloso me siento es de mi perseverancia, de mi terquedad. Pero en el rodaje, para no correrme de tu pregunta, pensé que no lo estaba haciendo bien, me comenzaron a asaltar las dudas, que despertaron de alguna manera mi inseguridad, pero creo que es algo que agradezco. En su momento fue espantoso. Luego desapareció, menos mal, y seguí adelante. Mi sensación es que tenemos una historia bien contada, capaz de capturar tu atención, de emocionarte, de sorprenderte. Yo ahora creo que para hacer algo que valga la pena hay que pasar en algún momento por las brasas del miedo.
DATO
20 de agosto se estrena su ópera prima Magallanes a nivel nacional.
3 proyecciones tendrá la cinta durante el 19° Festival de Cine de Lima.
Salvador del Solar
Actor y cineasta
Nació el 1 de mayo de 1970. Estudió Derecho en la PUCP y llevó un taller de actuación con Alberto Ísola. Gran parte de su carrera actoral la ha desarrollado en Colombia.