Estudios científicos han comprobado que diferentes aptitudes y detalles podrían ser parte del desarrollo de la inteligencia, ahora son trece aspectos que según el neurociéntico Howard Gardner describe perfectamente cómo deducir este don.
1. Hemos aprendido a tocar instrumentos musicales
Desde hace tiempo varios estudios han confirmado la relación entre la música y el desarrollo cognitivo. En particular, tomar clases de música durante la niñez parece estar relacionado con un mejor desarrollo de las habilidades verbales y una mejor puntuación en exámenes de IQ.
2. Nacimos los primeros
En un estudio demográfico realizado por investigadores noruegos se encontró que los hijos primogénitos obtienen en promedio 103 puntos en un examen de IQ clásico, contra 100 de los hijos segundos y 99 de los terceros. Al parecer esto se debe al tipo de atención que como primeros nacidos reciben por parte de los padres.
3. Nos mantenemos en forma
En 2006, investigadores del Hospital Universitario de Toulouse publicaron los resultados de una investigación hecha a poco más de 2 mil adultos por un período de 5 años, en el cual se observó una relación entre la obesidad y las habilidades cognitivas: a mayor grado de obesidad, menor agilidad mental.
4. Tenemos un gato
Tener un gato es signo de inteligencia. Esto de acuerdo con un estudio de 2014 en el que de 600 estudiantes universitarios, las personas que manifestaron su preferencia por los gatos salieron mejor puntuadas en un examen de capacidades cognitivas que las llamadas “personas de perros”.
5. Fuimos amamantados
Al estudiar a poco más de 3 mil niños de Gran Bretaña y Nueva Zelanda en dos investigaciones distintas, científicos de la Universidad de Illinois en Urbana–Champaign hallaron una relación entre un buen puntaje en exámenes de inteligencia y la alimentación temprana con leche materna; esto, sin embargo, no por alguna propiedad especial de la lactancia, o no solamente, sino más bien por la interacción de la leche de la madre con una versión muy particular del gen FADS2, que no se expresa de la misma manera en todos los niños.
6. Somos zurdos
Aunque por muchos años el uso de la mano izquierda se consideró funesto e incluso se le corrigió con severos métodos disciplinarios, algunas investigaciones han detectado cierto vínculo entre la zurdera y el llamado “pensamiento divergente”, una forma de creatividad que permite arribar a un pensamiento inesperado, particularmente entre los hombres.
7. Has probado ciertas sustancias con fines recreativos
Según un estudio de 2012 llevado a cabo entre 6 mil personas nacidas en Gran Bretaña, aquellas que en su niñez demostraron una inteligencia superior al promedio tuvieron más probabilidad de consumir alguna droga con fines recreativos en la edad adulta.
8. Medimos más que los demás (en altura)
Aunque suene un poco increíble la altura parece tener también relación con la inteligencia, esto según una investigación de la Universidad de Princeton realizada en 2008, donde se dieron cuenta de que los niños más altos tenían también mejores puntuaciones en exámenes de habilidades cognitivas.
9. Bebemos frecuentemente.
Otro rasgo posiblemente polémico. Por alguna razón, niños que demostraron una inteligencia sobresaliente en sus años escolares, en la edad adulta desarrollan una inclinación –también sobresaliente-- por el alcohol. Esto al menos según lo observado en una muestra demográfica de personas inglesas y estadounidenses estudiada por Satoshi Kanazawa y otros psicólogos evolucionistas.
10. Nuestra ideología política
Estamos a favor de los derechos de las minorías, la determinación de los pueblos, las libertades individuales básicas (de expresión, culto, reunión, etc.) y algunas otras posiciones políticas que, reunidas, nos ubican en el cuadrante liberal del espectro político. Si esto es así, es posible que de niño, nuestra inteligencia fuera un poco mejor que la del promedio. Esto de acuerdo con otro estudio de Satoshi Kanazawa, de 2010.
11. Aprendimos a leer a una edad temprana
En 2012, una investigación hecha con gemelos en el Reino Unido encontró que de los dos hermanos, aquel que había aprendido a leer primero había desarrollado también mejores habilidades cognitivas.
12. Nos preocupamos demasiado
Tristemente, el grado de inteligencia también parece guardar relación con la angustia, la ansiedad, la anticipación y otras emociones y formas de pensamiento afines. Los estudios al respecto son cuantiosos, y en casi todos se observa ese peculiar vínculo en personas que si bien demuestran una inteligencia por encima de la mayoría (particularmente en el aspecto verbal) también suelen tener el hábito mental de pensar mucho sus decisiones, sus recuerdos, los hechos pasados, etcétera.
13. Tenemos un peculiar sentido del humor y hacemos reír
Paradójicamente con respecto al punto anterior, las personas inteligentes también suelen tener un sentido del humor que hace reír a los demás, casi siempre por ingenioso e inesperado. En 2010, psicólogos de la Universidad de Nuevo México realizaron un experimento en el que pidieron a 400 estudiantes que resolvieran un examen de inteligencia y, por otro lado, sugirieran títulos graciosos para caricaturas publicadas en The New Yorker. En los resultados se detectó que las líneas más graciosas eran de los estudiantes con altos puntajes en las pruebas de IQ.
via Pijama Surf
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