Josep Guardiola es un técnico obsesivo al que le gusta que sus equipos jueguen a la perfección tal como lo logró con el Barcelona. Ahora, su meta con el Bayern Munich es ganarlo todo y por ello quiere corregir cualquier clase de error antes del inicio de las competencia.

En el amistoso frente al Sonnenhof Grobaspach, si bien ganaban cómodamente por 6 a 0, esto no le resultaba importante para Guardiola, quien deseaba que sus dirigidos comprendan el nuevo estilo de juego que quiere plasmar en el Bayern.

Uno al que le llamó fuertemente la atención fue a Claudio Pizarro. El peruano ingresó en la complementaria cuando el partido iba 4 a 0 y colaboró en los dos últimos tantos de su equipo.

Esto no dejó satisfecho al Pep y al final del compromiso se acercó al atacante nacional para recriminarle su poca movilidad y presencia en el área rival. Estó -según el portal Merkur-online, molestó a Pizarro y señaló que en ningún momento recibió buenos pases. La discusión continuó y ambos terminaron marchándose cada uno por su lado muy ofuscados.