"Me duele el alma", declaró Diego Maradona al cabo del partido en el que debutó este domingo como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, en el que su cuadro cayó 2-1 ante Racing en la sexta jornada de la Superliga del fútbol argentino.
"No me duele la cabeza, me duele el alma. No creo que el campeón argentino (Racing) haya sido más que nosotros en el partido. En ningún momento fue superior a nosotros, salvo que tiene jugadores de calidad que te esconden la pelota y te hacen correr el doble, sobre todo si están en ventaja", dijo Maradona en la rueda de prensa posterior al partido.
Sin embargo, el astro argentino aseveró que "aunque me duela el alma, hay que pasar este momento".
Racing "hizo los goles pero no jugó como lo veníamos viendo. Hizo goles sucios, pero ganó y no hay que llorar", sintetizó el técnico, que remarcó que la caída es apenas un tropiezo, por más que Gimnasia está último en el campeonato y en zona de descenso en la tabla de los promedios.
"Hay que seguir trabajando. Después del partido hablamos con el cuerpo técnico y el presidente y coincidimos: no hay un paso atrás, hay que seguir metiendo", sostuvo.
"El equipo cuando se encontró en dificultad supo qué hacer, nos llevamos una buena calidad de jugadores que nos pueden dar mucho en todo el campeonato", rescató el excapitán de la selección argentina.
Tras el encuentro, Maradona se lamentó también por la oportunidad que dilapidó Gimnasia en tiempo de descuento, cuando Matías García tuvo la posibilidad de empatar, pero su remate salió alto.
"Me quedó la amargura de no poder empatar el partido en la oportunidad que tuvimos en el final. Estaba esperando que la red se moviera, pero salió por arriba", expresó Maradona, que también se sintió decepcionado de que Racing anotara el segundo gol poco después de que Gimnasia llegara a la igualdad.
"No terminamos de gritar el empate que ya estábamos 2-1. El fútbol tiene esas cosas", lamentó.