Un pequeño burló la seguridad del estadio Nuevo Los Cármenes en Granada y corrió en búsqueda de futbolista del Barcelona Gerard Piqué.
Cuando el niño llegó al jugador lo abrazó y se puso a llorar pues los agentes de seguridad lo querían retirar, pero Piqué pidió dejarlo, correspondió al abrazo y le regaló su camiseta número 3.
El gesto noble del barcelonés desató una ola de aplausos en el estadio español y el niño salió feliz del terreno de juego.