Manuel Burga es recluido en penal Ancón II

Se acabaron los vuelos en primera clase, la estadía en hoteles cinco estrellas y los ostentosos viáticos que recibía por representar a nuestro país en sus frecuentes viajes a Zurich, donde se reunía con la cúpula de la FIFA. Desde ayer el cuestionado expresidente de la Federación Peruana de Fútbol Manuel Burga pasa sus días en una fría y pequeña celda del penal Ancón II.

VÍA CRUCIS. El exalto mando del fútbol peruano estuvo recluido el último fin de semana en la Dirincri. Ayer, a las 8.30 de la mañana, el dirigente fue llevado a la sede de la fiscalía en la avenida Abancay. Enmarrocado y protegido por un chaleco antibalas, Manuel Burga salió raudo de la Dirincri, rodeado de una decena de policías. Cabizbajo y con el gesto adusto, el dirigente caminó unos metros y antes de entrar al vehículo de requisitorias, un agente lo tomó con fuerza del cuello para facilitar su ingreso a la camioneta.

Luego de dar sus generales de ley en el local de la fiscalía durante cincuenta minutos, Burga salió por la puerta del jirón Miró Quesada. Decenas de fotógrafos captaron el momento en que el directivo era conducido nuevamente a la calle. Tenía la mirada perdida y aunque ya no llevaba el chaleco antibalas, seguía esposado. Escoltado por un patrullero y las unidades móviles de la prensa, el vehículo se dirigió a la carceleta del Palacio de Justicia, donde permaneció menos de una hora.

ANCÓN II. A las 12.30 del día, en la puerta de salida del Poder Judicial, los agentes del Inpe instalaron el túnel de lona para impedir que el reo sea visto por la prensa y los curiosos que se encontraban en el lugar.

Manuel Burga abordó la camioneta que lo condujo hasta el centro penitenciario Ancón II en el cono norte. “Este un penal de régimen ordinario que tiene 3 niveles: mínima, mediana y máxima. Será el equipo de clasificación del penal de Ancón II el que determine el nivel donde colocarán a este interno”, expresó el director del Inpe, Julio Magán.

PROCESO. En adelante, la justicia norteamericana tendrá un plazo de 60 días para gestionar la extradición de Manuel Burga, quien es acusado por la justicia de Estados Unidos por los delitos de fraude electrónico, crimen organizado y lavado de activos.

Por su parte, los abogados del dirigente tendrán que presentar el alegato que impida el viaje de Burga a Estados Unidos, donde se verá obligado a pagar una fianza millonaria con el fin de evitar el encarcelamiento en un penal de Nueva York.

PROCURADORA. Por otro lado, la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, advirtió que no dará tregua en la lucha contra la corrupción en el fútbol. “El mensaje debe quedar claro para todos los culpables que permanecen en las sombras con la esperanza de evadir nuestra investigación. No van a escapar”, dijo la procuradora.

Finalmente, criticó la actitud que habían seguido los dirigentes de la FIFA. “No contentos con secuestrar el deporte más popular del mundo por décadas con ganancias ilícitas, estos acusados trataron de institucionalizar su corrupción para asegurarse de que podían vivir de ella, no por el bien del juego, sino para su propio engrandecimiento personal y el aumento de su riqueza”, añadió Lynch.