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Un libro abierto, cuyo final puede ser inesperado en el Nacional. Perú desperdició una brillante oportunidad para encaminar su clasificación al Mundial de Rusia 2018 y empató sin goles frente a Nueva Zelanda.
Un empate que deja preocupación, dado que la selección defraudó en su producción frente a un rival que con poco nos complicó en los tramos finales del compromiso. A los dirigidos por Ricardo Gareca aún les cuesta traducir su dominio en el marcador y eso en las grandes competencias -como el Mundial- suele costar muy caro.
Tras unos minutos de estudio, la bicolor dio primer campanazo de alerta al arco de Stefan Marinovic. Jefferson Farfán aprovechó una desatención en los defensores centrales (Tommy Smith y Winston Reid) y logró rematar; pero el guardameta local sacó el balón de la línea. Los más de treinta millones de peruanos y los cinco mil compatriotas que llegaron al Westapc Stadium para alentar a la selección se contuvieron las ganas de celebrar.
Fueron los mejores momentos de los dirigidos por Ricardo Gareca en el juego. André Carrillo, Christian Cueva y Edison Flores comenzaron a tener esa movilidad para desarticular la defensa rival; Farfán, con ímpetu para luchar cada balón, daba la sensación de que la primera anotación del juego estaba muy cerca.
A los 15’, Christian Cueva inició una buena colectiva, pues cedió el balón para André Carrillo; este lanzó un centro al corazón del área para Edison Flores, pero su disparo salió desviado.
Tres minutos después “Aladino” recibió un pivoteo de la ‘Foquita’ e intentó de larga distancia, pero fue defectuoso.
Recién a los 20’, llegaría la primera jugada de peligro para Nueva Zelanda. Dos centros de Ryan Thomas y Deklan Wynne fueron despejados al tiro de esquina con las justas por la zaga bicolor.
Tras ello, la selección peruana cayó en una laguna de juego preocupante, porque ya viene siendo un distintivo en el equipo de Ricardo Gareca y eso hace flaco favor en su propuesta de juego. El ‘Equipo de Todos’ bajó la revoluciones y en su afán de resolver la situación de forma rápida cayó en imprecisiones. Asimismo, en los últimos metros, faltó imaginación para romper el cerco impuesto de los ‘Kiwis’. El desequilibrio y remate de larga distancia no estuvo en el libreto de Perú en ofensiva.
Con imprecisiones en los últimos metros, poca paciencia para crear oportunidades de gol y la simpleza táctica de Nueva Zelanda, terminaría el primer tiempo con el marcador en blanco.
Más de lo mismo. A medida que los minutos de la etapa complementaria avanzaron, Perú intentó aplicar variantes en sus ataques, pero no fue suficiente para doblegar a Marinovic.
Un centro, lanzado de Cueva, encontró bien a Corzo, quien remató de cabeza y el golero neozelandés sacó al córner.
En uno de los pocos intentos de larga distancia, Edison Flores sacó un disparo, pero el guardameta controló tranquilo.
El técnico local, Anthony Hudson, puso la carne al asador. Con los ingresos de Chris Wood en reemplazo de Lewis y Bill Tuiloma en lugar de Rojas, refrescaron su ataque y ejercieron cierto dominio en base a balones aéreos y ánimo para sacar un resultado positivo para la vuelta.
El equipo nacional perdió la brújula, dejó de jugar a ras del piso -como manda el ADN del fútbol peruano-, las sociedades nunca aparecieron y los pelotazos en ataque facilitaron el trabajo de la defensa adversaria, quienes comenzaron a ir al arco de Pedro Gallese.
En este escenario, Gareca decidió el ingreso de Pedro Aquino por Yotún, pero no fue la solución para contener la arremetida de los “All Whites”, quienes en la parte final del juego pudieron marcar.
Un remate de Thomas sacó pintura al poste y paralizó los corazones de los hinchas de la selección, quienes esperaban un triunfo seguro y holgado.
La selección peruana debe mejorar, ya que su producción ha sido muy debajo de lo esperado. El camino al Mundial de Rusia está ahí, pero puede quemarse en la puerta del horno.
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