Piden pensión a un piloto en pleno rally
Piden pensión a un piloto en pleno rally

Los motores rugían en la avenida Fidel Miranda del distrito de Sapallanga, esta vez el rally Caminos del Inca fue peculiar. Mientras en la meta los fanáticos del "deporte de los fierros y tuercas", esperaban a los hermanos Palomino y a José Tommassini, detrás de la bandera blanca, el secretario del Juzgado de Paz Letrado de Chupaca, buscaba a un corredor para hacer cumplir una demanda de alimentos.

PREPOCUPADO. El bólido Nº 534 llegó y la autoridad judicial acompañado de dos agentes policiales, retuvieron por 26 segundos para entregarle la notificación al copiloto José María Rodríguez Biaiñ. Al principio, José María titubeó, la alegría de liderar la competencia, se anuló y con el rostro preocupado, el corredor cogió y dobló el documento judicial que le entregó el secretario Jesús Meza del Juzgado de Paz Letrado de Chupaca.

Desde esa hora, 09:55 am, ubicar a José María, se volvió una odisea. En el documento que Correo tuvo acceso, la juez Enma Peña notificaba a José María Rodríguez por una demanda de alimentos interpuesta por Érika Jurado Claros quien tiene una hija huancaína de un año y 8 meses que concibió con el conocido piloto argentino.

EN BUSCA DE UN DERECHO. La historia entre José María Rodríguez Biaiñ y Érika Jurado Claros comenzó el 2010. Ella, estudiante de ingeniería informática, trabajaba como jefe oficial de Tiempos en el Automóvil Club Peruano de Huancayo y el argentino era el copiloto de importantes corredores de vehículos. En uno de los tantos rallys, José y Érika se conocieron, salieron juntos e iniciaron un romance que duró un año.

La joven tacneña que vive en Huancayo quedó embarazada y con la noticia de que pronto sería papá, el piloto partió a su natal Argentina. Una y otra vez Érika, trató de comunicarse con el amor de su vida, con la barriguita crecida fue a una de las competencias nacionales y nada. José María se alejó de ella.

El dos de enero del 2012, nació Valentina y el vía crucis comenzó para la joven de 30 años, quien dejó sus estudios para trabajar por horas para mantener a su hija. La última vez que Érika vio a José María fue en agosto del 2012, quiso decirle que tendrían una hermosa niña, pero el desaire le marcó el alma. Hace ocho meses, Érika inició el juicio de alimentos y reconocimento de su hija. El Juzgado de Paz de Chupaca aceptó la demanda. Las autoridades trataron de ubicar al demandado argentino a través de la embajada, mas fue imposible. Enterados que el corredor de autos participaba en la competencia Caminos del Inca, el Juzgado optó por enviar la notificación a la misma pista.