El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue hoy un espectador más de las competencias de los XVII Juegos Bolivarianos.

Correa llegó a Lima en compañía de su esposa, Anne Malherbe, y sus dos hijos para alentar a la delegación de su país y, en particular, a su hija Sofía, de 19 años, que disputó las pruebas de escalada.

El gobernante ecuatoriano y su familia observaron desde los graderíos de la Villa Deportiva Regional la clasificación de Sofía a la final, que se disputó esta tarde y donde obtuvo la medalla de bronce