A 1.400 km de Kiev, las biatletas ucranianas ganaron el relevo femenino en los Juegos de Sochi-2014 y lograron rendir homenaje a las víctimas del conflicto que golpea a la capital de su país sin infringir la Carta Olímpica ni mezclar deporte y política.

Las atletas ucranianas se limitaron a celebrar su victoria y abrazarse tras cruzar la línea, aunque en la conferencia de prensa posterior a su triunfo sí pidieron a los asistentes que se guardara un minuto de silencio.

"Si es posible, teniendo en cuenta lo ocurrido en Ucrania, pido que guardemos un minuto de silencio en memoria de las personas que murieron en nuestro país en los últimos días", dijo Olena Pidhrushna, una de las cuatro ucranianas vencedoras.

El relevo ucraniano lo completaron Vita Semerenko (bronce en esprín), Julia Dzhyma y Valj Semerenko.

Con ese minuto de silencio, lograron hacer hablar de su país. No necesitaron brazaletes negros ni leyendas en sus trajes deportivos, ni eslóganes o gestos evocadores. (AFP)