La exportación de joyas con gemas representa, en la actualidad, menos del 1% del total de los despachos de joyería, pero se estima que para el próximo año podría concentrar al menos el 10% del total, con lo que sumaría alrededor de US$ 19 millones, así lo manifestó, Rocío Mantilla, presidenta del Comité de Joyería y Orfebrería de la Asociación de Exportadores (ADEX).
“En el 2017 una delegación peruana de 10 empresas del Comité de Joyería y Orfebrería de nuestro gremio visitó Turquía en una misión para identificar nuevas tecnologías, identificar prácticas productivas e impulsar el desarrollo de las piedras preciosas peruanas”, señaló.
Asimismo, indicó que a raíz de ese viaje se gestionó un proyecto de cooperación entre la OCEX de Perú en Estambul y la agencia de cooperación turca TIKA, a efectos de recibir la donación de maquinarias de alta calidad para el corte de piedras, punto crítico en el Perú, y llevar a cabo un programa de capacitación.
Este año se llevará a cabo, el primer taller de lapidación de piedras preciosas, ya que en octubre del 2021, 18 profesionales del sector designados por ADEX y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos fueron capacitados por dos expertos procedentes de Turquía.
De igual manera, se implementó e inauguró un taller de lapidación en el Laboratorio de Hidrología y Recursos Hídricos y Minas de dicha casa de estudios.
“A fines de este año se pondrá en marcha el primer taller de lapidación de piedras preciosas en el Perú, que nos permitirá formar especialistas en el pulido de gemas con gran potencial como la crisocola, el ópalo rosado y el ópalo azul, respondiendo a la necesidad del sector de acceder a piedras preciosas que hayan pasado por un proceso estandarizado”, comentó.
Mantilla indicó que el crecimiento del sector se logrará con la labor articulada de todos los integrantes de la cadena, tanto de las empresas privadas como las del Estado.
“Los mercados internacionales tienen consumidores más conscientes. La pandemia modificó los hábitos de consumo y existe más preocupación por el impacto ambiental y social, el cual se ve reflejado en nuevas exigencias para todos los actores del mercado joyero y orfebre mundial”, precisó.