Alejandro Indacochea: "Petroperú perdió la brújula"
Alejandro Indacochea: "Petroperú perdió la brújula"

Casi dos años de una política económica que "no es estatista ni capitalista sino todo lo contrario" han traído sus consecuencias. El impulso recibido por el boom de los metales se va acabando, el crecimiento se desacelera y con ello la posibilidad de que más peruanos abandonen la pobreza y se sumen al mercado. ¿Será el gobierno de Humala conocido como la "Gran Regresión"? ¿Qué necesitamos hacer para no volver a perder el tren del desarrollo? El destacado economista y profesor de Centrum, Alejandro Indacochea, ensaya respuestas.

Correo: ¿Se está agotando el crecimiento inercial?

Alejandro Indacochea: Lo que se nota es una desaceleración. El MEF anuncia cifras de 6.9% en abril y 5.9% en mayo; pero en lugar de comparar la producción mes a mes, lo apropiado es hacerlo trimestre contra trimestre, lo que se dice desestacionalizar las cifras, que es lo que hizo Ricardo Lago en su blog y que ha desatado la polémica. El escenario internacional se ha complicado. Todas las materias primas han descendido. Tampoco nos vayamos al extremo. No es el fin de la bonanza pero hay señales de alarma, ante lo cual lo peor que podríamos hacer es decir que no pasa nada.

C: Bueno, esa es la típica respuesta de los políticos. Acuérdese del 2009.

AI: Todo lo sucedido en las últimas semanas indican precisamente lo contrario. El Perú fue sede del Foro Económico Mundial. Su presidenta nos puso de ejemplo macroeconómico para el mundo. Era la oportunidad de oro para tratar de revertir estos impactos externos; pero si adrede hubiéramos querido complicar las cosas no lo hubiéramos hecho mejor. La noticia del Foro se la llevó primero el "modelo económico equilibrado" y luego el intento de volver a estatizar La Pampilla, una iniciativa que solo ha servido para asentar la desconfianza.

C: Peor aún cuando el Presidente dice que el crecimiento no se debe a los empresarios.

AI: No es el mensaje adecuado de un estadista. Mi impresión es que hay un arrinconamiento del Gobierno. El APRA y el fujimorismo están en la oposición. EL PPC quiere sumarse a ese bloque. El aliado Perú Posible no sabe por dónde va. No hay un diálogo con los empresarios. Prácticamente están aislados. Y su respuesta está equivocada. Es verdad que falta Estado pero no un Estado empresario sino uno de seguridad ciudadana, de control y fiscalización de la regulación, de facilitación de la inversión. Aquí te dan una concesión pero tú te tienes que conseguir la licencia social. En Brasil no es así. Por eso tenemos paralizados 40,000 millones de dólares en proyectos que no se definen. No hay una estrategia. Se camina con el famoso "piloto automático" pero llenos de contradicciones. Son reactivos.

C: ¿Como en el caso de Conga?

AI: Exacto. Es un Estado desarticulado y sin inteligencia. Además no se hacen las reformas. No lo hicieron los antecesores. La pregunta que nadie quiere hacerse es cómo aprovechar esta bonanza que vivimos desde hace diez años, a pesar de la crisis mundial que todavía tiene para largo. ¿Cómo hacer para no repetir la historia del guano o del caucho? La respuesta es contundente, ¡educación! Imposible competir en la era del conocimiento exportando piedras. No hay derecho a condenar a los pobres a seguir siéndolo con una educación de ínfima calidad. Lo mismo en salud, seguridad e infraestructura.

C: Hace pocos días, el Presidente anunció un plan de 616 proyectos de infraestructura y 30,000 puestos de trabajo.

AI: No hay un plan que diga, esta es la línea base y estas son las metas. Es la otra parte de la reforma del Estado. La falta de una carrera pública, la superposición de funciones, la falta de parámetros de evaluación. Uno llega a ministro y permanece en el cargo no por logros, sino por alcanzar la buena voluntad de la pareja presidencial.

C: ¿Si se va Castilla no pasa nada?

AI: ¡Nooo! Pongamos las cosas en su justa dimensión. Aun cuando se diga que en crecimiento es fácil administrar; es muy difícil encontrar a alguien con las calificaciones y credibilidad de Castilla. Sería una muy mala señal que saliera. Esto no es como la fábrica del señor Abugattás, que ya sabemos cómo la administró.

C: Pero también es cierto que en casi dos años en el ministerio, ProInversión cada vez funciona peor. ¿De qué depende tomar las medidas que nos saquen de este estancamiento?

AI: Decisión política. El problema es que eso tiene un costo y mientras existan planes reeleccionistas flotando en el ambiente, mejor es dejar las cosas como están y maquillar la realidad con regalos. Es administrar el día a día y no el largo plazo.

C: El debate de Repsol aparentemente ha terminado, ¿pero cuál debería ser el camino de Petroperú y del sector hidrocarburos?

AI: Petroperú perdió la brújula. No tiene rumbo. No fue capaz de sacar adelante Talara pero quería explorar campos en Venezuela o hacer el gasoducto del Sur sin estudios de factibilidad. Quería explorar también en la Amazonía, donde de cada 10 pozos solo uno resulta exitoso...

C: ¿Pero eso último lo harían asociados y sin poner un sol de capital?

AI: Esas alianzas público privadas forzadas no me convencen. Que venga el directorio de una transnacional a invertir 20 millones de dólares por pozo a sentarse con una contraparte nacional. ¿Es que ya nos olvidamos de los petroaudios? A diferencia de un Ecopetrol o un Petrobras, que tienen directores independientes que son seleccionados por un head hunter. No pisamos tierra. El Perú nunca ha sido un país petrolero. Cómo tener a un Estado invirtiendo en exploración petrolera cuando tienes a un tercio de la población en la pobreza. Si la premisa es que el Estado debe intervenir para ayudar a bajar los precios, entonces qué esperamos para reflotar a ENCI o Súper Epsa. ¿Qué más estratégico que los alimentos o los medicamentos?...

C: ¿Mejor no soltemos ideas?

AI: Ese es el gran temor que se deriva de tener una clase política que no entiende el mundo actual. Siguen aplicando sus esquemas de hace cuarenta o cincuenta años atrás. Ese vacío subsiste porque no se ha sabido explicar el cambio a la economía de mercado. Después del desastre del modelo estatista y la hiperinflación se optó por un modelo claro, coherente y consistente. Si tenemos este crecimiento es por haberlo mantenido dos décadas al margen de quien estuviera en el poder.

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