El país no solo enfrenta problemas de infraestructura tecnológica y conectividad [solo el 40,1% de los hogares peruanos tiene conexión a Internet, según data del INEI a marzo] otro punto flaco que tiene por fortalecer es la formación y capacitación de profesionales relacionados al tema de tecnología.
Hoy la brecha de este recurso humano en el Perú supera los 17.000, afirma Diana Tamashiro, gerente de responsabilidad social y educación de Cisco Perú-Ecuador. Mientras que, en lo que se refiere a tecnologías emergentes el déficit de especialistas se acentúa aún más.
Pero no somos los únicos, comenta, ya que en el mundo la demanda de profesionales versus la oferta también es mayor, especialmente en ciberseguridad que ha tomado mayor protagonismo por la pandemia.
Tan es así, que al 2021 se espera que la brecha de puestos de trabajo en esta especialidad llegue a 3,5 millones, de los cuales 600 mil corresponde a Latinoamérica.
“La falta de profesionales es crítico en el mundo. La evolución digital por parte de las empresas en implementar sus procesos de transformación digital no está yendo a la par”, enfatiza.
Sostiene que, ante ello, resulta necesario que se trabaje desde dos frentes, por un lado, en dar mayor información a los jóvenes sobre las nuevas tecnologías emergentes y sus oportunidades en el mercado y llegar también a los padres, porque estos influyen en un 50% en la elección vocacional.
De otro lado, acota, es importante que desde el Gobierno se impulse un tipo de regulación que permita a las instituciones implementar en su currículo cursos de programación, redes, soporte técnico y ciberseguridad, entre otros, acorde a las necesidades actuales, tomando en cuenta además que la tecnología es transversal a todas las carreras.
NETWORK ACADEMY
Diana Tamashiro informa que Cisco Perú -desde hace 19 años, a través del programa Cisco Networking Academy- viene apoyando en el desarrollo de personas con habilidades en tecnología de la información (TI), a fin de empoderar a los estudiantes a sacar partido de la tecnología para solucionar problemas globales, acelerar los procesos de cambio social, prepararlos en este mundo digital y generar oportunidades de empleo con cursos en temas exploratorios hasta más complejos que apuntan a una certificación estándar.
Para ello, precisa, han establecido alianzas con colegios, universidades, institutos, municipalidades, el Gobierno (Ministerio de Educación) y ONG, llegando a tener alrededor de 217 academias y una red de 1.500 docentes.
“El programa ha logrado una fuerte expansión de las academias en el país, ocupándose de la educación y el desarrollo de la fuerza laboral, ayudando a reducir la brecha de habilidades”, asegura.
Así, destaca que Perú es el segundo país con la cantidad más grande de estudiantes en todo el mundo, ya que han impactado a un millón de estudiantes desde su creación y solo en su último año fiscal (que cerró en julio 2020) han capacitado a 155.000 personas.