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Aprovechar una oferta puede ser muy bueno siempre que se tenga una estrategia. De esa forma, no terminará comprando cosas inútiles solamente por el impulso de un buen precio. Recuerda que estos gastos no deben perjudicar tus finanzas personales. El ahorro verdaderamente válido se hace comprando a conciencia. 

Hacer un presupuesto. Antes de ir de compras, haga el cálculo mental de cuánto piensa gastar como máximo y si algo de lo que compraste está defectuoso, reclama aunque se trate de una oferta. Llevarte un producto con descuento no te obliga a ser menos exigente con la calidad del producto que estás comprando.

Productos no perecibles. Cuando hay promociones del tipo 3x1 en víveres de consumo regular y que no se descomponen con facilidad, aprovéchala. Podrá ahorrar una buena suma al final del mes. Para este tipo de gastos es mejor tener un monto disponible en efectivo, que pueda mover con facilidad.

Liquidaciones de ropa. Las buenas compradoras de ropa esperan a que llegue la última semana de cada temporada para poder llevarse el conjunto estrella del escaparate, a la mitad de su precio. Cuando compres ropa, piensa en una prenda que podrá usar sin ningún problema el próximo año.


Ten cuidado en diferenciar las ofertas de los avances de temporada, que a veces se mezclan en la tiendas. Por último, pide que el precio original y el precio con la rebaja estén presentes en la etiqueta y si ya revisaste que todo esté en orden, ¿qué esperas? La oferta se te puede ir de las manos.

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