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En el mundo de los negocios, muchas grandes ideas se quedan truncadas con una sencilla pregunta: ¿con qué dinero empezar? Buscar entre amigos y familiares siempre es la primera opción pero no necesariamente es la apropiada para todos los negocios.

Buscando en casa

Para el economista Jorge Salazar Reyes, del programa de Gestores Voluntarios de COFIDE, no basta con hablarle a los parientes más solventes, es necesario elaborar un plan de negocios y mostrárselo a todos los que apoyen el emprendimiento, sean amigos o no. “Es recomendable pedir dinero a los familiares siempre que las condiciones de devolución del capital sean favorables para el emprendedor”, señala.

Tratar con inversionistas

En caso de que las opciones para conseguir el capital no sean favorables en la familia, el siguiente paso es pensar en instituciones financieras que otorgan préstamos. “La oferta crediticia hoy en día es muy diversa, sobre todo de instituciones microfinancieras. Debemos de analizar la TCEA (Tasa de Costo Efectiva), entre una y otra entidad financiera”, explica Salazar.

Cabe señalar que estas instituciones evalúan qué tan riesgoso es prestar. Bajo esa lógica, Salazar asegura que se debe demostrar una etapa de maduración para poder acceder a este financiamiento. Si la empresa ya está en marcha, te será más fácil realizar este trámite.