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Casi todas las personas que desean tener una casa propia acuden a un crédito hipotecario porque sus ahorros no les alcanza para pagar la totalidad del inmueble.

Antes de tomar uno, lo primero que debes saber es que las hipotecas son compromisos financieros a largo plazo. El banco completa el pago de la casa mientras tú le devuelvas ese dinero con intereses en un plazo de varios años. Por ello, es importante tener una  significativa. 

¿Cuál es el mejor plazo?

En realidad depende de cada persona. A menor plazo, las cuotas se vuelven más altas. Lo recomendable es que esta cuota mensual sea como máximo el 30% de tu sueldo para que puedas tener tus finanzas en orden.

Incluso si te ofrecen un trato muy ventajoso, cuando las condiciones sobre cómo te bonifican y como te sancionan no son transparentes, la propuesta deja de ser tan atractiva.

Además, recuerda que muchos bancos ya ofrecen beneficios con determinados proyectos. También están los que cobran una comisión por la cancelación anticipada de la deuda o por hacer modificatorias en las condiciones del contrato.