El elevado desempleo, sobre todo entre los jóvenes, y la pujanza económica de China, que amenaza la hegemonía de Estados Unidos y Europa, son asuntos que centran la atención de analistas, políticos y ejecutivos en la segunda jornada del Foro Económico de Davos.
Para las empresas y empresarios, el desempleo juvenil es el problema más grave al que deben hacer frente las sociedades desarrolladas, pues no sólo impide que el ritmo de la recuperación sea más ágil sino que pone en peligro la paz social.
Desde un punto de vista más amplio, el de la macroeconomía, el imparable crecimiento económico de China y el desafío que eso supone para Europa y, sobre todo, para Estados Unidos se ha revelado como el mayor motivo de preocupación.
Empresarios como el presidente de Coca Cola, Muhtar Kent, o la joven consejera delegada de entradas.com, la española María Fanjul, destacaron hoy en Davos la necesidad de que gobiernos y sector privado trabajen de forma conjunta para evitar que una generación entera carezca no solo de presente sino también de futuro.
Kent manifestó que en todo el mundo existen más de 70 millones de jóvenes sin empleo y sin oportunidades reales de encontrarlo, una cifra equivalente a la población de Francia, e instó a las empresas a crear oportunidades de empleo y de desarrollo, pues de lo contrario existe un grave peligro de quiebra de la sociedad civil.
Tan sólo una mejora del 1 % en la tasa de desempleo mundial, explicó, supondría una gran impulso para la economía global.
En otro debate, éste centrado en la competencia entre Estados Unidos, Europa y China, el presidente y consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, dio por hecho que Europa ya no está al borde del abismo, como "parecía hace apenas dos años", y ya nadie cuestiona la viabilidad del euro ni se plantea una fractura de la Unión Europea.
Estabilizada y en el buen camino la recuperación en Europa, añadió, Estados Unidos contribuye como lo ha hecho siempre al crecimiento mundial, pero en poco tiempo un nuevo actor, China, ha emergido a un primer plano.
El tamaño de China, comentó Blakfein, hace que una variación del 2 % en su tasa de crecimiento tenga más implicaciones para el PIB mundial que cualquier desviación, hacia arriba o hacia abajo, del de Estados Unidos.
EFE