Deuda impaga de los bonos agrarios pone en riesgo la imagen del Perú
Deuda impaga de los bonos agrarios pone en riesgo la imagen del Perú

El no pago de los bonos agrarios, emitidos por el gobierno militar que encabezó Juan Velasco, puede ser “la piedra en el zapato” del país, a pesar de los casi 45 años transcurridos. Según Carlos Anderson, vocero de la Alianza por el Pago Justo de los Bonos Agrarios, dijo a Correo, la resistencia del Gobierno para cancelarlos está impactando en la calificación crediticia del Perú.

Refirió que el pasado 17 de noviembre, Egan-Jones Ratings Company emitió tres calificaciones sobre la deuda soberana del Perú: 1. Bonos peruanos en moneda extranjera: calificación “BB” 2. Bonos peruanos en moneda local (“Soberanos”): calificación “BB-” 3. Bonos de la reforma agraria peruana: calificación “D”.

Explicó que Egan-Jones es una agencia calificadora de riesgo independiente de los Estados Unidos, que hace su trabajo por pedido de los inversionistas, a diferencia de las tres grandes (Moody’s, Standar & Poor’s y Fitch Rating) que responden al emisor de bonos (los diferentes Estados del mundo).

TC. Anderson señaló que el Gobierno se resiste a cancelar la deuda que tiene con los bonistas pese a que existe un resolución del , para cuya ejecución, el emitió dos decretos supremos (17 y 19), mediante los cuales establece mecanismos que licúan la deuda a su mínima expresión, por efecto del cambio de moneda (soles oro) a dólares, aplicando un tipo de cambio no real.

Recordó que el Estado emitió bonos por 15 mil millones de soles oro, pero, según un estudio del Congreso del 2006, se pagó 11 mil millones. “Cobraron los grandes latinfundistas, las grandes fortunas; se pagó a través de acciones de inversión en diferentes empresas; entre los 70 e inicios de los 80 y luego se dejó de pagar”, recalcando que los bonos por pagar están valorizados en aproximadamente $5 mil millones.

“No hay voluntad de pago. Los inversionistas miden, cuando se trata de riesgo crediticio de un país, su capacidad y voluntad de pago. Nadie pone en duda la capacidad del Perú para pagar su deuda; se pone en duda su voluntad de pago. Es claro que hay una deuda de unos $5 mil millones, es una deuda impaga. Entonces se tiene un estado de default selectivo porque el Estado paga a todos menos los bonos agrarios; el default selectivo se castiga”, precisó.

Anderson explicó que los inversionistas no han estado al tanto de los bonos agrarios porque el Estado peruano se cuidó de mantenerlo en un perfil discreto, “hasta que esta semana (17 de noviembre) Egan-Jones, agencia calificadora de riesgo crediticio de origen norteamericano, rebotó lo seguido por HR Rating, agencia de calificación mexicana”.

La agencia mexicana dio una calificación por debajo de la categoría de grado de inversión a la deuda peruana, hace como dos semanas, “pero como pocos la conocen, la desdeñaron, y ha sido Egan-Jones, que sí la conocen porque fue la primera en decir que los bonos de Enron eran un desastre y que la deuda de los Estados Unidos no califica como triple A, la que ha bajado la calificación a la deuda peruana, entre otros factores, por los bonos agrarios impagos.

BONOS. En 1996, el Gobierno dictó una norma para que el pago de las deudas del Estado, en general, se haga, actualizando el Índice de Precio al Consumidor, con excepción de los bonos agrarios, que los binistas rechazaron y acudieron al TC.