Diego Macera, director del IPE, señala que este año se reducirá ligeramente la pobreza.
Diego Macera, director del IPE, señala que este año se reducirá ligeramente la pobreza.

Para el economista Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), en el 2024 se pudo aprovechar que hay una relativa estabilidad política, y que los metales que Perú exporta tienen excelentes precios, para crecer cerca de 5% y hacer que baje el nivel de la pobreza en el país al final de este año. En entrevista con Correo dijo no estar en desacuerdo con el aumento de sueldos en el sector público, pero sostuvo que esta medida debe ir de la mano con un mejor servicio público. Sobre lo dicho por el ministro de Economía, José Arista, que el problema para reactivar la economía es la alta tasa del BCR, indicó que es más importante un panorama claro de estabilidad política. Señaló, además, que en 2025, Perú superaría la barrera de los $50 mil millones de inversión privada.


¿Qué expectativas se tiene del mensaje presidencial, se anunciará aumento del sueldo mínimo?

Ojalá que lo del aumento del sueldo mínimo se quede como una mala idea. Tenemos problemas de integración en el sector formal a partir del salario mínimo, subirlo perjudica a las microempresas con niveles relativamente bajos de productividad y, sobre todo, perjudica a los trabajadores que están en el límite de la productividad para poder incorporarse a la formalidad y lo único que hace es subirles más la valla de entrada. Ojalá no se materialice, por ahora no es conveniente hacerlo; de repente, hay otras cosas que sí podríamos estar pensando relacionadas al sueldo mínimo, me parece bien que se regrese a los cauces del Consejo Nacional del Trabajo, pero hay que darle más institucionalidad como de cuándo se tiene que evaluar aumentos, bajo qué principios, un mayor nivel de predictibilidad ayudaría muchísimo.


¿La economía debe tener una real recuperación?

Si se puede ver algo de recuperación real, buena parte del crecimiento vino de parte de sectores primarios que estuvieron muy afectados en el segundo trimestre del 2023, como pesca, agricultura. En general, los números de abril y mayo están mejores de lo que la mayoría había anticipado. Junio, de repente, el número no es tan alto como los meses anteriores. Esto debería apuntar a una reactivación de demanda interna, para así para cerrar el año por encima del 3%, mejor si es más cerca al 3.5%. Ojalá podamos estar más cerca de 4%.


¿En cuánto se podría reducir la pobreza?

Es difícil anticipar movimientos de pobreza, así como el año pasado era medianamente previsible que aumentaría la pobreza por la caída de la actividad económica y porque todavía había un movimiento de la inflación, más o menos considerables, sobre todo en la primera mitad del año. Este año, la actividad económica es más dinámica y la inflación está dentro del rango meta. Es posible pensar que se tendrá alguna caída del nivel de pobreza, de repente no muy significativa, pero sí de vuelta a una trayectoria descendente. Se pudo aprovechar este año, con relativa estabilidad política, con precios de minerales excelentes, para crecer más cerca al 5% y dar un impulso en reducir aún más la pobreza. En la encuesta de expectativas empresariales del Banco Central de Reserva (BCR), desde abril, se mantienen positivos los 12 indicadores, eso no sucedía desde el 2019 y, generalmente, anticipa algún nivel mayor inversión y desde allí debería funcionar como una bola de nieve, a más inversión, mayores expectativas, hay más empleos, hay más ingresos, más poder de compra, es el círculo virtuoso.


¿Nuevamente no se cumplirá la meta del déficit fiscal en 2024?

Sí, es probable que este año cerremos por encima del límite de la regla fiscal. A veces, el Gobierno tiene señales un poco contradictorias. Por una lado dice que estamos en austeridad, pero por otro pide créditos suplementarios para mayores gastos y eso no necesariamente es malo, dependiendo en qué se está invirtiendo y, dependiendo de cuál sea el margen fiscal. No me quedan muy claros los criterios del Ejecutivo para justificar el crédito adicional. Debería ayudar, en los siguientes trimestres, la regularización del Impuesto de la Renta a partir de los buenos precios de la minería, pero sí debe tener un mejor nivel de control en la parte de gasto, sobre todo la parte de las remuneraciones.


El sector público no es muy productivo...

Se tiene que encontrar un balance ahí, debe haber remuneraciones suficientes como para atraer a personas competentes dentro de puestos claves del sector público. Los docentes tienen una posición absolutamente clave, pero deben estar sujetos a la meritocracia. No estoy en desacuerdo con que se suban sueldos en el sector público si está de la mano con una mejor calidad del servicio público, simplemente no se puede subir por subir.


¿Pedir un crédito suplementario de S/3 mil millones es un mensaje negativo?

No es un mensaje bueno, se ha tenido un año en que los gastos han subido fuerte y los ingresos han subido muy poco, este es el problema central. No estoy en desacuerdo con inversiones que sean realmente productivas y generen mejoras en productividad o cierren brechas importantes en calidad de vida. El tema es que buena parte del incremento del gasto, este año, no ha sido para cerrar brechas realmente urgentes o pedir, a contraparte, una mejora en la calidad de servicio público. Es difícil justificar aumentos cuando no vienen de la mano con mejores servicios.

La seguridad es un grave problema, ¿Cuánto estaría impactando en el PBI?

Es muy difícil de medir, pero sí se puede ver que hay un incremento de extorsión y de delitos similares en pequeños negocios. Antes se escuchaba de casos en Trujillo, pero, ahora, se puede decir que se ha masificado. Hay que entender que cuando se ataca el producto de tu trabajo, es malo, como el robo de un celular, que lo compré como producto de mi esfuerzo, de mi trabajo, entonces tengo que trabajar más para reponer mi celular. Pero, es más grave cuando el ataque está sobre mi fuente de trabajo, que puede ser un pequeño negocio, de bodegas se escucha mucho, pueden ser dentistas pequeños, colegios, nidos, negocios chicos, esto lo hace bastante más grave porque el tejido empresarial pequeño, a veces mediano también, pero sobre todo debilita el tejido empresarial pequeño, que es el que deberíamos tratar de capitalizar, es el que se debería tratar de dar, por lo menos, niveles básicos de seguridad. Si el Estado te va a proveer una sola cosa es seguridad. Si se tiene que elegir, dentro de todas las funciones públicas, ¿Cuál nos debe proveer el Estado? Número uno es seguridad. Esta es la tarea elemental de cualquier Estado moderno. Claro, con el nivel de volatilidad que se tiene en el Ministerio del Interior es muy complicado tener políticas de largo plazo, efectivas. En realidad, es un problema transversal a los gabinetes ministeriales, ni siquiera es del último año; se tiene lo mismo en Salud, pero en el (Ministerio) del Interior la volatilidad es más alta todavía. Hoy día, cuando se le pregunta a la ciudadanía, ¿Cuáles son los principales problemas que se tiene en el país? Responden que es la inseguridad.


El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, dijo que la reactivación económica se está dando, pero que el único problema es la alta tasa de interés del BCR.

Tenemos una de las tasas de interés de referencia más bajas de la región, comparándonos con Colombia, con Brasil, con México. Chile está ahí con nosotros, más o menos, comparado con el resto de la región tenemos una de las tasas más bajas. De otro lado, en realidad, la reactivación no depende tanto de lo que marque la tasa de interés de referencia, lo que realmente marca la reactivación son las expectativas empresariales y la inversión. También, si la parte política va mejorando, si el ambiente político está teniendo cierto nivel de estabilidad. Yo creo, sobre todo, pensando en el 2026 en adelante, es decir, si encontramos algún proceso de elección que no sea muy mala, yo creo que se puede mejorar muchísimo. Entonces, tener tasas de interés de referencia de 5% a 6% no va a ser mayor diferencia.


El país tiene condiciones para crecer, pero falta condiciones en el manejo de la gestión pública.

Lo que realmente te hace la diferencia es si tienes un panorama claro de estabilidad, sobre todo política, de un plazo medianamente largo, esto hace toda la diferencia. El inversionista está pensando en invertir ahora que el panorama está, más o menos, tranquilo, pero no sabe que vendrá en el 2026, entonces prefiere esperar; creo que esto está pasando mucho. Aún así es bueno decir que las inversiones, para éste y el próximo año deberíamos tener récord histórico de inversiones en el Perú.


¿Con la gatillada de Tía María, el puerto de Chancay?

Se tiene un componente de Tía María, se tiene un componente portuario, pero tienes también una buena parte que es no minero, que también está creciendo. El 2026 deberíamos estar rompiendo, por primera vez, la barrera de los 50.000 millones de dólares de inversión privada. Este año deberíamos estar un poquito por debajo de los 49,000 millones, es la última estimación del BCR, o sea, estaremos un poquito por debajo de los 50.000 millones del próximo año, las expectativas son romper la barrera de los 50.000 millones, cifra que hace mucho se pudo superar. Sí es bueno mencionar que, a pesar de todo, todavía el Perú sigue teniendo importante inversión privada; los inversionistas siguen apostando por el Perú, ojalá lo puedan hacer, con montos más altos.