Leonardo Torres Vilar: "“El teatro requiere de esfuerzo constante”"
Leonardo Torres Vilar: "“El teatro requiere de esfuerzo constante”"

Oficialmente la carrera profesional de Leonardo Torres Vilar (LTV) empezó en junio de 1990 con la obra teatral “La Mamma”, encarnando al hijo de su madre en la vida real, la recordada actriz Lola Vilar. Lo cierto fue que Leonardo ya actuaba desde antes, y su padre, el primer actor Leonardo Torres Descalzi (LTD), siempre fue su ejemplo. A sus 76 años, don Leonardo asegura que quiere seguir actuando. Confiesa que a veces sueña con que lo llaman a escena. “Está en los genes”, agrega su hijo.

¿Qué le comunica una persona de casi 60 años de trayectoria en el teatro a alguien de 25?

LTD: Más que los años de trayectoria, importa qué se hizo y qué se dejó a los que vienen. Me siento muy satisfecho porque a parte de dirigir y actuar, enseño. Un poco de lo que aprendí lo reflejo en los futuros actores. La enseñanza es una vocación, si no la tienes, te aburres y te estresas.

¿Cómo fue actuar juntos?

LTD: Hemos hecho varias obras. Julio César fue muy interesante porque fuimos el primer grupo que lo hizo con vestido clásico, no fue una adaptación.

LTV: Cuando empecé a actuar, mi padre era quien me enseñaba. En esa obra me tocó dirigirlo a él, como Julio César. También recuerdo “El Tío Vania”, dirigida por Marian Gubbins. En esa ocasión, ninguno de los dos dirigía y, de alguna forma, queríamos volver a tomar las riendas. Quisiera más momentos como esos y me encantaría volver a trabajar con mi “viejo”.

¿Cuándo se dio cuenta de que sus hijos iban a seguir esta carrera?

LTD: Donde sea que estábamos nosotros, estaban ellos. Cuando se necesitaba un niño para que saliera en la televisión, ahí estaba él. Ya sabía cómo colocarse y no necesitaba que nadie le enseñe.

¿Cuánto tiempo duró la “Compañía Lola Vilar”?

LTD: Empezó exactamente el 5 de enero de 1970 en la sala Alcedo con una obra que duró en cartelera mucho más de lo que duran ahora. Empecé la compañía con Lola, y ella falleció en el 2000. Fueron 30 años exactos.

¿El teatro cambió mucho desde entonces?

LTD: Sí. En esa época estaba de moda la buena comedia. La gente iba al teatro a divertirse. Ahora también van a pensar. Antes se hacía con timidez una obra de Shakespeare, ahora se hace con normalidad.

LTV: Hay quienes dicen que la gente va al teatro como preámbulo para ir a comer. Es la visión más pesimista, pero no debemos perderla de vista. El teatro puede cambiar el mundo, pero no hay que fiarse de que simplemente ocurrirá. Seguimos sin crear un nuevo público y esa debe ser nuestra prioridad.

¿Hay algo que hayan aprendido el uno del otro?

LTD: En el teatro uno siempre está aprendiendo.

LTV: No podría enumerar todo lo que aprendo de mi padre, pero una de las cosas que sobresale para mí es la capacidad de trabajo. Me ha demostrado siempre que el trabajo al que nos dedicamos requiere de esfuerzo constante.

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