Un socio puede ser alguien con quien tengas habilidades complementarias y que pueda compartir los gastos contigo, especialmente al iniciar el negocio. Pero también existen socios que se encargan exclusivamente de aportar el capital económico y el otro socio tiene que asumir la parte intelectual del proceso.

En ambos casos, emprender un negocio con un socio tiene sus puntos a favor y en contra:

Ventajas

  • Es más fácil vencer el miedo a empezar.
  • Las habilidades de ambos pueden aportar si los dos trabajan allí todo el tiempo.
  • La responsabilidad también es compartida
Desventajas

  • Menor libertad para decidir
  • Minimizar el trabajo del otro, si se olvida por qué se le necesita
  • Las ganancias también se comparten en forma de acciones
Recomendaciones

La clave para mantener una sociedad es compartir la misma filosofía y metas con respecto al negocio. Si no están de acuerdo en estos puntos, la posibilidad de separarse aparecerá como un fantasma en cualquier momento de crisis. Por último, es útil acordar desde un comienzo qué socio tendrá la palabra final cuando surja alguna diferencia.

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