La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos volvió a subir este miércoles en 0.75 puntos el tipo de interés oficial por segundo mes consecutivo, y no descarta otro aumento “inusualmente alto” en setiembre si la inflación continúa subiendo.
“Durante los próximos meses, buscaremos pruebas evidentes de que la inflación se está reduciendo de forma que vuelva a un 2%”, explicó el presidente de la Fed, Jerome Powell, durante su rueda de prensa para explicar la subida de tipos.
Powell llegó incluso a sugerir que a la Fed no le temblaría el pulso a la hora de decretar un aumento todavía mayor de los tipos que el anunciado hoy si el aumento de los precios de consumo no afloja.
De esta forma, el jefe del banco central estadounidense no descartó que la Junta de Gobernadores decida un nuevo aumento de 0-75 puntos en setiembre, aunque dejó claro que esta decisión dependerá de los datos económicos que reciban hasta entonces.
Con el incremento de este miércoles, el cuarto desde que la Fed empezó a subir los tipos en marzo, la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 2.25% y el 2.5%.
Hasta el de junio pasado, la Fed no había subido el tipo de interés oficial en 0.75 puntos desde 1994, cuando, bajo la dirección del histórico Alan Greenspan, el banco central estadounidense llevó a cabo una serie de subidas de los tipos para tratar de evitar un aumento desbocado de la inflación.
Entonces, la tasa de aumento anual de los precios de consumo era del 2.7%, mientras que el pasado junio se situaba en el 9.1%, algo no visto en 40 años.
“El comité está fuertemente comprometido con el objetivo de devolver la inflación al 2%”, indicó el banco central estadounidense, siempre manteniendo “niveles de empleo máximos”.
En este sentido, la oficina destacó que si bien es cierto que algunos indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado, la creación de empleo continúa siendo robusta.
Deuda pública
Por otro lado, la Fed insistió en que seguirá reduciendo su cartera de deuda pública del Gobierno de EE.UU., compuesta fundamentalmente de letras del Tesoro y de valores respaldados por préstamos hipotecarios.
En la actualidad, el banco central acumula casi US$ 9 billones en deuda estadounidense.
Powell reiteró la intención de la Fed de lograr que la inflación subyacente -el aumento de precios de consumo sin incluir la energía y los alimentos, que suelen ser los valores más volátiles, y que en junio se encontraba en el 5.9%- baje hasta el 2%, y reconoció la posibilidad de que este proceso lleve a un período de crecimiento económico “por debajo de la tendencia”.
Aun así, quitó hierro al creciente temor de que la vuelta de la Fed a una política fiscal más agresiva, tras su relajación para estimular el crecimiento económico por la pandemia, acabe generando una recesión en la mayor economía del mundo.
“No creo que sea probable que la economía estadounidense esté en recesión ahora mismo”, dijo Powell en su rueda de prensa, aclarando que todavía no ha visto las cifras del producto interior bruto (PIB) que se publicarán mañana.
En este sentido, el jefe de la Fed consideró que la gran robustez del mercado laboral estadounidense, que lleva cuatro meses con una tasa de desempleo del 3.6% -una situación prácticamente de pleno empleo- será suficiente para convencer al público de que el país no está en recesión.
Con información de EFE