Es muy difícil calcular lo que se pierde o gana por no aplicar el Presupuesto por Resultado, que asigna mejor los recursos públicos, dice Carlos Oliva, exministro de Economía y actual presidente del Consejo Fiscal. En diálogo con Correo dijo que es importante una buena gestión de los recursos para lo que se necesita gente capacitada y honesta.

La ejecución del gasto público es muy intensa en el segundo semestre de cada año, pero ¿la calidad?

Hay una estacionalidad que se da siempre, principalmente, por una falta de planificación porque al inicio de un año recién se empiezan a definir cosas y, cuando ya se definen, el año avanzó. No hay cómo medir la calidad de gasto, si aumenta o disminuye, uno se entera de que hay obras mal hechas o son innecesarias, como los monumentos. Hay más evidencias anecdótica que sistemática.

¿Qué pasa con el presupuesto por resultado?

Se aplica, pero se ha perdido un poco su utilidad, es una herramienta que debe ser más utilizada por los ministros, gobernadores y alcaldes, se sigue programando, pero no se usa para tomar decisiones. Es muy difícil calcular lo que se pierde o gana por no aplicar esta herramienta.

¿Las protestas sociales son un reflejo?

Probablemente hay obras que deberían hacerse y no se hacen, y otras que no deben hacerse y se hacen. Se pueden hacer obras necesarias, pero es más complejo porque no se hace el mantenimiento y a los cinco años ya no beneficia a la gente.

¿Hay que ser más riguroso en la ejecución del gasto?

Sí, definitivamente, es un tema de gestión. Plata hay, a veces no hay, pero lo más importante es la gestión por lo que se debe tener gente capacitada y honesta que maneje los recursos de la mejor forma. El tiempo demuestra que no hay un manejo adecuado de los recursos públicos.

¿La Contraloría debería tener más presupuesto?

Probablemente la Contraloría es el pliego que más aumentó su presupuesto en los últimos 10 años, creo que se ha duplicado, pero igual, luchar contra la corrupción no es solo tema de la Contraloría, hay también un tema cultural, del Poder Judicial.

Se anunció la creación de un organismo que haga expedientes técnicos y hacer viables las obras...

Sí, suena bien porque definitivamente los expedientes técnicos son un grave problema en la obra pública, están mal hechos y una vez que se aprueban hay muchos cambios. Hay que ver los detalles de la propuesta. Inicialmente me suena bien que se apunte hacia este tema. Hay que saber si se creará un organismo; si se puede pensar en voz más alta, si se debe dar un papel más importante a los colegios de ingenieros.

¿El Consejo Fiscal observa como se gastan los ingresos del Gobierno?

El Consejo Fiscal hace una evaluación económica, pero no somos vinculantes, es decir, no nos tienen que hacer caso de lo que decimos, pero tratamos de que nuestra opinión pese cada vez más.

¿Cómo ve el gasto de este Gobierno?

Creo que hay más responsabilidad, hay un compromiso con las reglas fiscales, que es parte de lo que evaluamos, pero al mismo tiempo hay una serie de críticas que hicimos. En un par de semana saldrá nuestro comentario sobre el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) y se podrá ver algunas de las cosas puntuales que recomendamos.

¿Cómo cuidar la caja fiscal y el gasto, por ejemplo?

La principal recomendación que hacemos es que las proyecciones (de gasto) no se hagan pegadas al límite del déficit (fiscal). Si es igual al límite cualquier imprevisto ha superará; la proyección debe estar por debajo del límite para dejar espacio a eventos inesperados. Recomendamos que si el déficit es 2, el presupuesto debe hacerse como si el déficit fuera 1.5% para tener espacio. Es una recomendación que hicimos varias veces. El Gobierno trabaja al límite. El déficit fiscal es una variable que miran las calificadoras para saber si una economía está sana.

¿La economía puede cerrar en rojo en el 2023?

El primer semestre ha sido negativo, la economía está estancada desde hace nueve meses; la percepción es que el segundo semestre será mejor y cerraríamos el año en azul; sería un crecimiento mediocre para lo que podría crecer Perú. El problema de fondo es que la inversión privada cae, cayó 10% en el primer semestre. Todas las medidas tienen que estar enfocadas en recuperar la confianza para que la inversión aumente. Desde el principio recomendé retomar el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) y como espacio de diálogo generar una hoja de ruta o un plan para los próximos tres o cuatro años de las cosas que se tienen que hacer, ayudaría mucho.

¿Cómo así ayudará el CNC?

Allí se tendría que llegar a un acuerdo entre el sector público, sector privado, la academia, los sindicatos, etc. para tener una hoja de ruta con medidas precisas, con fechas, con toda la rigurosidad del caso, como en 2019, cuando habían más de 470 medidas, con fechas y todo lo que se tenía que hacer en los siguientes cuatro años, para hacerle seguimiento. Lamentablemente perdió ímpetu, luego vino la pandemia y se dejó de lado. Urge una reunión del CNC para acordar qué hacer, establecer unas 50 medidas para los próximos 18 meses, revisarlas en seis meses y sumar otras medidas.

¿Qué medida debería priorizar el CNC para pisar el acelerador?

Una sería eliminar toda la agenda 19 del Ministerio de Trabajo que sigue vigente. Es el talón de Aquiles del Gobierno respecto de la confianza de los inversionistas. Debe derogarse los decretos o cambiarlos, por lo menos.

¿Alguna otra medida?

Hay muchas. Otra que estaba incluida en el plan original era la Ventanilla Única Digital para el sector minero energético, por ejemplo, está allí, es la medida número 56 que no ha avanzado, la dejaron hace cuatro años, en este momento ya debería terminada esa ventanilla única y no se ha avanzado nada, es algo que el mismo presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) lo ha puesto otra vez sobre la mesa.