Jean-Louis Lebel: “Dios quiere que valoremos lo que tenemos”
Jean-Louis Lebel: “Dios quiere que valoremos lo que tenemos”

A sus 77 años, Jean-Louis Lebel, de nacionalidad canadiense, se animó a abrir una cuenta en la red social de Facebook, sin imaginar que se reencontraría con los niños (hoy hombres con trabajos y familias) que vivieron parte de su infancia en el Centro de Integración de Menores en Abandono (CIMA), y quienes le están eternamente agradecidos por la educación, amistad y la segunda familia que encontraron en este albergue durante su estancia. Hoy, a 27 años de fundarse CIMA, Lebel cuenta que nunca fue sencillo mantener esta iniciativa, pero nada en esta vida lo es.

¿Por qué decide fundar CIMA?

Yo era profesor en Canadá y decidí tomarme un año sabático para viajar. Estuve en Haití, donde vi la miseria extrema y decidí que había alguna forma de ayudar a los niños. Me tomó entre 2 a 3 años encontrar mi camino. Es así que vengo a Perú por medio de la Fundación Padre Ménard y conocí la realidad de los niños que vivían en la Plaza San Martín. Es así que nace CIMA.

¿El apoyo económico lo recibe de esta fundación? 

Mayormente no viene de esta fundación, porque no tiene muchos recursos. Por lo general viene de países como Francia, Alemania, Rusia y Canadá. Muchos creerán que recibimos grandes cantidades de dinero, pero no saben cómo se sufre con los ingresos. Se ha ajustado el presupuesto hasta donde se ha podido, pero sin mermar la calidad del proyecto. Aún nos falta realizar muchos esfuerzos para hacer conocido el trabajo que hacemos.

¿Cuánto es el presupuesto anual? 

Aproximadamente un millón trescientos mil soles al año. La parte económica siempre es lo más difícil, pero CIMA es la obra del Señor. Para todos es un privilegio trabajar en su obra. Pienso que él quiere que valoremos mucho lo que tenemos, porque nos ajusta mucho. No tenemos deudas y seguimos trabajando.

¿Cómo es el proceso de rehabilitación?

Hay un horario muy nutrido desde las 5:30 de la mañana, hasta las 9 de la noche, que es cuando los niños se van a dormir. Sus actividades están repartidas entre los estudios, talleres, deportes, lavar su ropa, limpieza y oración. Entonces, ellos están ocupados a lo largo del día en cosas útiles e interesantes para ellos. Asimismo, ellos se ayudan entre sí. Esto no quiere decir que no haya problemas, pero los sabemos solucionar.

¿Cuál es el perfil de un niño que ingresa a CIMA? 

Se trata de niños con problemas de conducta, de consumo de drogas o cuadros en los que la familia ha perdido toda autoridad, menores que golpean a la mamá. Entonces, el menor necesita estar un tiempo alejado de la familia para superar estos problemas. Asimismo, tenemos a cuatro tutores que fueron parte de CIMA, y en su infancia tuvieron problemas con drogas, que han superado y ayudan mucho, porque por medio de su experiencia logran ganarse la confianza y comprensión de los niños.

¿Cómo se determina el tiempo de reinserción de un niño?

Una vez que el niño ingresa, se inicia el proceso de reinserción. Se trabaja con especialistas, docentes, psicólogos. El niño se queda el tiempo que necesita, esto puede ser un año o más. Se hace un trabajo con la familia. Los padres los visitan cada quincena y se hace trabajo social, psicología y tutoría. Buscamos que los padres tengan el control para que luego pueda vivir en su casa. No obligamos a los niños a que se queden.

¿Cómo es el trabajo con la familia? 

Buscamos trabajar con ambos o con uno de los padres. Es importante contar con un referente para ver con quién podemos trabajar y construir.

¿Cuáles son los criterios de admisión? 

Hay 6 casas, y en cada una se puede recibir a 16 niños. Los chicos tienen que acercarse con sus padres. Se realiza una evaluación psicológica y social para ver si es un caso que podemos atender. Los padres firman la autorización.

Los voluntarios son un factor importante, ¿cómo es el contacto con ellos? 

La mayoría de los voluntarios que vienen son de Francia, Alemania, Canadá, hay también de otros países. La Cruz Roja de Alemania nos manda a 2 jóvenes por un año. Además, en Perú, tenemos varios grupos universitarios que nos apoyan como voluntarios, ya sea por sus prácticas, internado o porque desean ayudar. 

DATO

Jean-Louis Lebel, fundador de CIMA. Nació en Canadá. Estudió Administra-ción, Teología, Educación, Arte y Educación Física. Llegó al Perú en 1987 y, tras encontrar la realidad de los niños en abandono, fundó CIMA. 

80 niños residen y se educan en CIMA.

27 años de fundación tiene el Centro de Integración de Menores en Abandono.

10 años de edad, como mínimo, deben tener los niños para ser admitidos.