La minería ha evolucionado con el transcurrir de los años porque ahora no solo se le mide por la producción y tonelaje correspondiente, sino también por su aporte a la población que vive en los alrededores de los yacimientos respectivos.
Así lo afirmó la directora del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Tamiko Hasegawa, precisando que, en la actualidad, la minería también es medida por su contribución a la lucha contra el cambio climático y su rol en la transición energética.
Fue durante su intervención como panelista en una reciente conferencia magistral que desarrollo el IIMP, en la Semana de la Ingeniería de Minas 2025, en el Colegio de Ingeniero.
La especialista explicó que otra transición es no solo convencer que la minería es importante de cara al futuro, sino que es una actividad que debe ser valorada por todos.
Visible. En ese sentido, Hasegawa indicó que ello se lograría viabilizando los aspectos positivos que tiene el sector y cómo, a través del crecimiento del rubro minero, crece el país.
“Sabemos que la minería está articulada a múltiples sectores. Y es así que está articulada también al Planeamiento Estratégico de Desarrollo Nacional y a la visión del Perú que tenemos al 2050″, puntualizó la especialista.
Al respecto, se sabe que la minería genera empleos en las regiones donde opera, por cada uno formal que crea se generan más de seis empleos en otras actividades (transporte, proveedores, etc.) en las que está comprometidas miles de micro y pequeñas empresas (mypes).
Pero, la minería formal está obligada a hacer una remediación ambiental al final de una operación, que implica restaurar los daños que hace durante el desarrollo de sus actividades.
Se estima que en el 2024 se invirtió unos $4,600 millones para la remediación ambiental, en la que se incluye la efectuada por Activos Mineros SAC (AMSAC), empresa pública.
De otro lado, se conoce que entre el 2015 y agosto del 2024, la minería aportó al país más de S/55,855 millones por concepto de canon, regalías y derechos de vigencia, que se destina a los distritos y provincias donde se ubican los yacimientos mineros.
Uno de los principales receptores de canon y regalía es el distrito de San Marcos, en la provincia de Huari, departamento de Ancash, como consecuencia de la explotación de Antamina. Es considerado el más rico del Perú. Pero también es uno de los que menos invierte para desarrollar obras que permitan mejorar la calidad de vida de sus pobladores
