La semana pasada, Mya Sherman fue ponente en el encuentro internacional Cambio climático y salud: lecciones aprendidas y perspectivas de trabajo en comunidades indígenas y campesinas, realizado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia. A sus 25 años forma parte del equipo de investigación de la Universidad McGill (Canadá) con el programa Salud Indígena y Adaptación al Cambio Climático, que explica a continuación:
¿En qué lugares están realizando esta investigación? En Perú, Uganda (África) y Canadá con comunidades que dentro de su país han sido identificadas como indígenas, pues es difícil que nosotros mismos las califiquemos. Por ejemplo, en el contexto africano es complicado distinguir a una población indígena de la que no lo es porque la palabra “indígena” no tiene la misma connotación que en América.
¿Cuáles son las comunidades ubicadas en Perú? Estamos trabajando con Puerto Consuelo y Panaillo, localidades ubicadas en el departamento de Ucayali, cerca de Pucallpa, y la comunidad nativa de Nuevo Progreso en Loreto, que colinda con la ciudad de Yurimaguas. Cada comunidad tiene costumbres diferentes, son remotas y muchas veces también marginalizadas.
¿Qué han observado hasta ahora? Estamos investigando el efecto del cambio climático en la salud de estas poblaciones. Las tres regiones son diferentes, pero hemos descubierto que las comunidades indígenas a nivel mundial son vulnerables y también tienen una fuente de capacidad adaptativa por sus costumbres y conocimientos tradicionales. Hay oportunidad para adaptarse, aunque también mucho potencial que con los cambios de clima se convierte en más problemas para estas poblaciones.
¿Qué retos presenta? La falta de recursos y servicios que llegan a las comunidades y la discriminación. Estos pueblos tienen dificultades para generar suficientes ingresos para cubrir sus necesidades y también se ven limitaciones institucionales como la falta de comunicación y planificación entre instituciones, y la falta de memoria institucional. Estas personas dependen mucho de los recursos naturales, de la agricultura, de la pesca y de la caza. Hemos observado cuestiones de salud que son afectadas por cambios en el clima.
¿Como cuáles? Cada región tiene dificultades en la seguridad alimentaria, complicaciones en la seguridad del agua y también cuenta con más enfermedades que la población no indígena.
También influyen los factores socioeconómicos... Sí. Lo que hemos encontrado en nuestra investigación es que estas poblaciones indígenas tienen factores que influyen en la salud, y el cambio climático es solo un indicio más de estrés para ellas. En un estudio que hice en Ucayali descubrí que existían cuatro factores principales que intervienen en la inseguridad alimentaria. Uno era el clima y los eventos de clima extremo como las inundaciones y las sequías que afectan a la agricultura y la pesca, además de la manera de trabajar y buscar alimentos.
¿Y los demás? Los otros tres eran no climáticos, sino sociales, culturales y políticos. Incluyen el desarrollo económico, el que está resultando en una dependencia de los refuerzos económicos y la falta de dinero. Tenían una degradación de los recursos naturales por compañías extractivas allá en la Amazonía porque no hay suficiente vigilancia en esta zona debido a varias limitaciones institucionales y también eran víctimas de discriminación y marginalización.
¿Cómo ayudan a tratar estos aspectos? Somos investigadores, entonces hay una línea, un límite en lo que podemos hacer. Lo que intentamos es producir información que sea relevante y que no solo se quede en los libros. Que llegue a las instituciones que hacen políticas para que ellas actúen a favor de estas comunidades.
¿Por qué eligieron Perú? El plan del programa de investigación incluía trabajar en tres regiones para ver cómo influye la vulnerabilidad en cada una de ellas. Además, queríamos trabajar en Latinoamérica, específicamente en Perú porque es uno de los diez países más vulnerables a los impactos del cambio climático.
¿Cómo ha sido el apoyo de las instituciones peruanas? Variado. El reto de la investigación es que demora bastante y cuando ya tenemos algún resultado, la política cambia o hay nuevas personas que están a cargo en el Gobierno. Todavía estamos en el proceso de analizar muchos de nuestros datos. Proyectamos finalizarlo en 2016.