“Soy una cinéfilo un poco obsesivo; trato de ver todo”, así se autodescribe Ricardo Bedoya, quien nunca se sintió atraído por dirigir o escribir una película; su pasión es más contemplativa y de imaginación. Acaba de presentar El Perú imaginado, una rigurosa recopilación de referencias que se hacen del Perú a lo largo de la historia del cine.
¿Cuánto ha cambiado la imagen que se tiene del Perú desde el cine silente?
Mucho. A comienzos del siglo XX, se trata de un Perú que se va descubriendo para la cámara cinematográfica. Se va construyendo una mirada sobre la selva, los andes y la costa. Luego, viene Hollywood, que se interesa por el Perú construyendo exotismo, extravagancias sobre el oro escondido de los Incas o la Perricholi -que es una figura importante en los años 30-. Entonces, está esa idea de lejanía donde pueden ocurrir cosas fantásticas. Así la imagen del Perú va cambiando con la historia. No hay que olvidar el Perú violento y de la migración en Argentina o Chile; esto se ve mucho en el cine latinoamericano.
¿Esto quiere decir que temas políticos y sociales de coyuntura podrían ser tocados en próximas películas internacionales?
Eso va a llegar. El cine está hecho de lo que somos de la realidad. No es la realidad. No todas las películas tienen una función periodística o documental, sino que van incorporando estos elementos.
¿Existe una idea del perfil del peruano?
Sí. El peruano en el cine de Hollywood no tiene un rol protagónico, sino secundario. En Indiana Jones y el arca perdida, vemos a 2 guías que son peruanos; nunca se dice, pero lo son. Sus personajes son timoratos, no son leales. De alguna manera, ahí se encarnan ciertas nociones de los peruanos. Hay otras cintas más recientes como Infierno verde, que trata de un grupo de jóvenes americanos que deciden ir a Perú para colaborar con una comunidad amazónica. El papá de una joven le advierte que no vaya porque es peligroso y al final los jóvenes son devorados por los caníbales.
Un país de salvajes...
(Risas) Efectivamente, es un país de salvajes. El cine tiene su propia verosimilitud; nunca hay que contrastar la ficción con la realidad, porque si se hace eso ahí viene el cortocircuito. Es mejor juzgar a la ficción por las reglas con las cuales esta se plantea y con la consistencia de esa realidad paralela que crea.
¿Existe una industria del cine peruano?
No. Yo creo que ha habido, sin duda, películas muy exitosas y lo estamos viendo este año. Sin embargo, este éxito no hace una industria del cine en el Perú. Ninguna de las películas que se pensaban muy exitosas para este año ha hecho más de un millón de espectadores. Para que haya una industria, tienen que haber reglas claras, previsibilidad, inversiones, participación de la inversión privada; y eso no hay.
Tiene que haber una ley...
Sin duda. No existe país en el mundo que tenga una industria desarrollada de cine y que no tenga una ley de por medio. La ley que existe en el Perú -hace más de 20 años- está construida a partir de premios, entonces convoca concursos; pero es una ley insuficiente. Un reconocimiento por naturaleza es el azar; se puede ganar una vez y de esa manera no se puede planear una producción. Países como Argentina, Brasil y México tienen una industria del cine hace 100 años. Chile y Colombia están despuntando, porque han trabajado muy bien respecto de sus legislaciones cinematográficas y tienen resultado.
¿Cómo logra el cine regional tener ese espacio?
Muy complicado para ellos. Hay una película de terror ayacuchano que se llama Supay, el hijo del condenado; el director, Miler Eusebio estima que 400 mil personas la han visto. Eso es un superéxito para un producto de esas dimensiones y de ese nivel de producción. Una cinta que nunca se exhibió en las multisalas, pero ha sido vista en un cine itinerante, alquilando locales, parroquias. ¿Cómo una película que puede convocar a tantas personas no es exhibida en una multisala?
Por eso se realizan actividades independientes y culturales. ¿En qué va a consistir la Semana de Cine?
Se presentarán las películas seleccionadas de 37 cortometrajes y 15 largometrajes de producción nacional. La idea es mostrar la calidad de las películas, no su modo de producción ni su lugar de origen. Hay un ciclo dedicado al 3D. Es un evento gratuito.
DATO
Ricardo Bedoya, crítico de cine.Coautor de Ojos bien abiertos: el lenguaje de las imágenes en movimiento. Estudió Derecho en la PUCP. Hace 24 años es docente en la Universidad de Lima.
2 años de investigación tomó el libro El Perú imaginado.
4 de noviembre inicia la Tercera Semana del Cine en la Universidad de Lima
1000 cintas que hacen referencia a Perú se recopilaron en el libro.