Uno de los primeros anuncios de Pedro Pablo Kuczynski cuando asumió la presidencia en el 2016 fue el tren de cercanías para conectar a Lima con Huacho e Ica. Un ambicioso plan de infraestructura que apuntaba a mejorar la productividad y competitividad del país.
Luego de tres años, en diciembre pasado se dio a conocer que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones firmó un contrato por S/ 42 millones para elaborar el perfil técnico del tren para la ruta Lima-Ica. Este beneficiaría a casi un millón de personas y se anunció que se aprobaría a fines de este año. Aunque no hay mayores novedades al respecto, teniendo en cuenta la pandemia que azota al país.
Al respecto, Carlos Salazar, director de Consultoría de Negocios de PwC, indicó que todo proyecto debe responder a una necesidad concreta de una demanda insatisfecha de la población. El proyecto debe ser prioritario respecto a las necesidades de infraestructura que tiene el país.
Lo que es obvio, señaló, es que el tráfico de Lima hacia el norte y sur, por todas las exportaciones y logística de la actividad económica, es importante. Pero es clave determinar si los volúmenes de demanda justifican una inversión de esta naturaleza. Y eso lo debe definir un estudio de perfil o preliminar antes que uno de factibilidad.
“Desde mi punto de vista, algo que ha pasado es que de alguna manera no ha habido esa confirmación de la prioridad de este proyecto a nivel de demanda. Menos aún la prioridad respecto a otros proyectos que puede tener el sector transporte y la capacidad presupuestal del ministerio”, indicó Salazar.
En esa línea, el especialista hizo un paralelo con el Anillo Vial Periférico, que es sumamente urgente y prioritario o las líneas de Metro que son importantes para que no colapse la ciudad.
Otro punto que se debe tener en cuenta, según Salazar, es que el Estado está teniendo serios problemas para ejecutar proyectos de esta magnitud. Para algunos casos opta por el acuerdo de Gobierno a Gobierno, y en otros casos por Asociaciones Público Privadas. “Al no estar clara esa estrategia, se convierte en el principal motivo por lo que no avanzan los proyectos”, apuntó.
Por su parte, Juan José Cárdenas, líder de Proyectos e Infraestructura de EY Law, refirió que el proyecto del tren de cercanías suena como una solución interesante, al no haber vuelos de Lima a Ica, pero como toda buena idea “hay que sustentarla, hacer estudios, y ver quiénes son los beneficiarios del servicio”.
Señaló que dicho estudio tiene que definir además el costo del proyecto, cómo se va a financiar, cuánto podría recuperarse vía el pasaje, y si necesita un cofinanciamiento del Estado. También evaluar cuál es la mejor alternativa para hacerlo, si a través de una APP o por un acuerdo Gobierno a Gobierno.
¿ENCARRILADOS?
Para Salazar, la infraestructura ferroviaria debería estar en una planificación a largo plazo como parte del transporte del país, por las ventajas que tiene respecto tanto a nivel de pasajeros como de carga, las mismas que no se pueden gestionar de manera eficiente solo por transporte vial.
Por su lado, Cárdenas coincidió que los trenes que serían una alternativa de movilización más rápida y más segura entre la ciudades. “Esto no ha sido prioridad en ninguno de los gobiernos, a diferencia de otros países que tienen un sistema de trenes que conectan las ciudades”.