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Veintiocho niños del albergue Chaves de la Rosa de  fueron bautizados ayer en la iglesia Inmaculada Concepción de María, Cercado. La actividad religiosa se realizó como parte de los festejos por el 228 Aniversario de vida institucional.

Los menores, 10 niñas y 18 niños, entre 0 y 7 años, llegaron elegantes hasta el templo en mención, en compañía de sus madrinas y padrinos voluntarios. Todos llevaban atuendos de color blanco tal como manda la tradición católica.

Edgardo Calderón, presidente de la Beneficencia Pública, informó que la situación en que llegan estos niños al albergue, es cada vez más compleja porque provienen de hogares donde hay violencia, alcohol y drogas.

Al momento, en el albergue viven 75 niños, siendo el 40% menores de 1 año.

EN FAMILIA. Calderón manifestó que los niños que llegan al albergue encuentran a un hermano y a una familia. “Van al circo, paseo, talleres con la policía. En el albergue todos están como en el recreo”, manifestó la autoridad en relación al buen trato y cuidado que reciben cada uno de los niños.

“Lo que buscamos es que tengan autonomía y confianza en ellos mismos”, agregó.

La preocupación en los menores es que tengan acceso a la educación y salud como cualquier otro niño.

El convenio con diferentes instituciones ha permitido que los menores hoy reciban clases de inglés, fulbito y natación, informó Evelyn Cáceres, directora del Cháves de la Rosa.

Hermanos. A la casa hogar llegan niños abandonados y en muchos casos sin manera de conocer sus nombres. En estos casos la entidad inscribe al menor con un nombre y además le da un apellido, Chaves de la Rosa. Un total de 15 niños llevan este apellido, expresó la autoridad.

Ampliación. Edgardo Calderón informó que tienen planeado ampliar el albergue para que los niños permanezcan hasta los 18 años 

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