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En los últimos 10 años, al menos 20 topos de la laguna de Pucchun y otras albuferas en Camaná han sido rellenadas por agricultores con el afán de ganar terreno sin tomar en cuenta el grave perjuicio que ocasionan al ecosistema y el medio ambiente.

Sin embargo, eso no es lo más grave, es peor que las organizaciones encargadas de la conservación del medio ambiente y el uso de aguas como la Autoridad Regional de Medio Ambiente (ARMA) , Autoridad Nacional de Agua (ANA) y la Gerencia de Agricultura, conociendo lo que sucede, no hagan nada para evitarlo.

La primera alerta fue dada por la Junta de Usuarios de Camaná (JUC) en el 2002, cuando se vieron los primeros intentos de los hombres del campo que usaban arena para llenar el borde de la laguna Pucchun. Dos años más tarde, indica el presidente de la JUC, Marcelo Valdivia, lograron que la municipalidad de Mariscal Cáceres definiera la zona de influencia de las lagunas, para su respeto. Pero el problema continuó.

Valdivia relata que cada año fueron más los invasores que han ocupado hasta ahora 20 topos. En el 2012, una inspección ocular en la zona, con delegados de las comunas distrital, la provincial de Camaná , ANA y el Ministerio Público, se comprobó la falta, pero no se pudo detener.

“Esto es increíble, cada vez avanzan más sin considerar el daño que hacen a la ecología. La laguna La Culeca, está ubicada en el anexo de Rolf Laumer y en el Centro Poblado Menor de Pucchún. Es lo que queda del espacio de 2,000 hectáreas que abarcaba hasta finales del siglo XX y que era conocida como Laguna de Pucchún. En éste importante espacio ecológico coexisten una gran variedad de aves de la fauna local, como el pato marrueco, la choca, la gallineta, la gallareta y el siete colores de la matara, entre otras especies silvestres, peces, insectos y plantas. Asimismo, en la laguna crece la matara, planta que sirve a los artesanos camanejos para la elaboración de achones, esteras y balsas. Este importante ecosistema forma parte de los Humedales del Pacífico, que incluyen a todos los países que vienen desde el Polo Norte al Polo Sur. Esta albúfera es un valioso hábitat de reproducción de aves propias del valle de Camaná y es un ambiente intensamente valioso para las aves migratorias que llegan estacionariamente a descansar en el lugar, procedentes de otras zonas del hemisferio terrenal y de las partes alto andina de la región Arequipas competentes se den cuenta, pueden ver las imágenes satelitales donde se nota claramente lo que han rellenado”, dijo el dirigente de los agricultores.

Detalló que solo uno de los ocupantes se hizo de al menos 8 topos en la última década.

Por lo general, estos terrenos son usados para sembrar frijol, arroz, maíz, y otros productos que dejan sin alimento y zonas de descanso a las numerosas aves que acudían a las lagunas en temporadas.

Otro de los perjuicios es que, con el relleno, se recorta el área de reproducción de especies como el camarón, liza, pejerrey y otras, sin contar la flora de la zona que es también atacada con las quemas que realizan algunos vecinos del lugar.

Están ubicadas desde el Chiflan, donde se unen las aguas del mar con el agua del río Camaná, hasta Jaguay. La zona ha sido además declarada área protegida por las instancias competentes.

“Es necesario que Agricultura, ANA y Arma tomen cartas en el asunto, hasta logramos que la Fiscalía de Medio Ambiente viniese a ver, pero no sucede nada... no toman en serio el daño grave que esto significa para el ecosistema”,dijo Valdivia.

Una nota de Correo del 2015, da cuenta del problema en los lodasales de Pucchún, Puchuichullo Gallinazo y en el Chiflón, pero a pesar de esta alerta, no se vio ninguna acción.

“La última vez que vimos alas autoridades fue en el 2012, desde entonces no hemos visto que hagan nada más”, enfatiza el agricultor.

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