Tras el asesinato del minero Javier Flores Huamani (52) ocurrido la tarde del último lunes mientras conducía su camioneta de placa V9U-877 por el km 812 de la carretera Panamericana Sur, en la comisaría de Atico, Caravelí, un transportista denunció el robo de su camioneta y un kilogramo de oro de un minero informal de Secocha.
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Mientras los detectives de la Divincri y peritos de criminalística hacían su trabajo en la escena del crimen del minero, desde la comisaría de Atico, Caravelí, fueron informados que un transportista había denunciado que mientras realizaba el traslado de un minero ilegal desde Secocha hacia Caravelí con un kilo de oro, fueron asaltados en el camino.
El agraviado dijo que a su pasajero le robaron el metal precioso valorizado en más de 150 mil soles, para luego arrojarlos a ambos en lugares distintos y llevarse su camioneta y el valioso botín. El asalto habría ocurrido antes del crimen de Javier Flores.
UNIDAD
A través del GPS se ubicó la camioneta de placa BTG-805 en un descampado ubicado a la altura del km 675 de la carretera Panamericana Sur y hacia allí se dirigió no solo el transportista, sino también los peritos y los detectives de la Divincri.
Durante la revisión del vehículo se halló en la puerta del copiloto 10 cartuchos calibre 9 mm y un casquillo percutados, en la guantera se encontró la mecha de explosivos. Consultado sobre las municiones, el transportista identificado como Raúl Vizcardo entró en contradicciones, por lo que fue intervenido para realizar las investigaciones.
Respecto a la muerte del minero, se maneja la hipótesis de que habría sido asesinado al no tener dinero. Los delincuentes lo chocaron y dispararon dos veces para que se detenga y cuando Javier Flores paró su camioneta, los maleantes revisaron todo y no se llevaron nada, ya que según su esposa no había hecho ninguna transacción y por ello había sido asesinado de un balazo en la cabeza.