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El coronavirus no podía tener un efecto más cruel. Dos familias lloraron a sus parientes fallecidos a consecuencia de la COVI-19, pero al momento de retirar los restos del hospital Honorio Delgado Espinoza estos habían desparecido.

Dos historias con el mismo desenlace y un final forzado por la presión mediática de los medios de comunicación. Los cuerpos inertes finalmente aparecieron, pero el dolor y mal rato continúa.

DESAPARECE EN NOSOCOMIO

Con el dolor en el corazón y lágrimas en las mejillas contrataron una funeraria y adquirieron un nicho en el cementerio La Apacheta, pero lo más importante faltaba. El cuerpo sin vida de Alfredo Santos Nieves (55) desapareció del área de Patología del hospital Honorio Delgado.

Alfredo ingresó al nosocomio el primer día de julio como positivo a la COVID-19. Durante 27 días luchó contra el virus, pero su organismo no aguantó más y dejó de existir. El certificado de defunción indica como fecha de muerte el 27 de julio, pero como 28 de julio fue feriado por Fiestas Patrias, la familia decide enterrarlo el 29 de julio a las 13:30 horas.

Sin embargo, el cadáver de Santos Nieves no apareció cuando sus parientes lo solicitaron en el nosocomio. El personal médicos ni los trabajadores sabían qué había ocurrido. Un familiar temió lo peor, que lo pudieron entregar a otra familia.

Sin embargo, ayer después del mediodía, el cuerpo fue hallado por el personal de salud, guiándose por una fotografía. La acumulación de cadáveres en el hospital, todos embolsados, generó el desorden.

ETIQUETADO COMO NN

Permaneció cinco días como NN en el ambiente mortorio del hospital Honorio Delgado. Álvaro Gallegos Mamani (39) ingresó al nosocomio el 25 de julio, en horas de la mañana. Sin embargo, unas horas después falleció de COVID-19 sin que se enteren los familiares.

Guadalupe Jara, esposa de Álvaro, contó que al día siguiente de ser internado en el hospital fue a preguntar por su salud, pero nadie le dio razón, el lunes fue la tía y el martes insistieron.

“Mi cuñado lo internó y dejó los datos de mi esposo y el número de celular en servicio social, pero al parecer el registró desapareció. Después de buscarlo en todas partes lo encontraron entre los cuerpos NN. Lo extraño es que su nombre estaba en su frente. Del hospital nos han pedido disculpas, pero ya había puesto la denuncia en la comisaría de José Luis Bustamante y Rivero”, se quejó.

Por la pandemia del coronavirus, Álvaro Gallego se fue a trabajar como conductor de un cisterna en El Pedregal, posiblemente fue donde se contagió del virus. Ahora sus restos serán cremados y llevados al cementerio de Ciudad Municipal donde se encuentra la cripta de su padre. Deja dos niños en la orfandad, la mayor de 6 años y la pequeña de cinco meses.

CUERPOS ACUMULADOS

El director médico del nosocomio, Antony Tohalino explicó que el percance con los cadáveres se debe a la acumulación porque los familiares no los recogen.

“Fallecen al día en promedio de 10 pacientes, pero tenemos como 20 en nuestro mortuorio. Los cuerpos se acumulan”, afirmó el galeno.

JUSTIFICA DESCUIDO

El director del hospital, Richard Hernández, explicó que el personal del área buscó el cuerpo para lo cual los familiares les facilitaron una fotografia y lograron ubicarlo. “Nosotros teníamos la esperanza de encontrarlo vivo, sin embargo había fallecido”, remarcó.

Ahora redoblarán el control en servicio social, vigilancia y recojo de cadáveres.