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El , ubicado en Socabaya, no estaría adecuando de manera apropiada las medidas para enfrentar la COVID-19, poniendo en riesgo la salud de los internos, según advirtió la Contraloria.

 La entidad fiscalizadora remitió un informe de visita de control, realizado en junio, donde se da cuenta de serias deficiencias en el proceso de Gestión Sanitaria y Capacidad de Respuesta ante la COVID-19, entre ellas: la falta de personal médico para esta crisis sanitaria. Según el documento, el penal cuenta con un solo galeno y una enfermera para toda la población penitenciaria. Otros dos profesionales de salud están con licencia y los dos médicos contratados por la pandemia renunciaron luego de un día de trabajo. 

Sin ambientes adecuados para casos sospechosos

Durante la inspección, se verificó que no hay ambientes de triaje acondicionados para la atención de internos con síntomas COVID, tres equipos médicos (electrocardiógrafo, desfibrilador y un nebulizador) no son usados para la atención de reos por falta de capacitación del personal. Adicionalmente, no se tienen las suficientes pruebas de descarte para todos los presos, dificultando la detección temprana para un control adecuado. 

Correo intentó comunicarse con la directora de la Oficina Sur Arequipa, Roxana Raquel Sonco Manchego, consultando sobre las observaciones de la Contraloría y como se vienen superando estás deficiencias, sin embargo, no se obtuvo su respuesta. El medio está abierto a recepcionar los descargos de la entidad. 

Según el último reporte, hasta el 10 de julio, 22 internos estaban en las zonas de aislamiento, por ser pacientes COVID moderados y otros 8 están en hospitales. Por otro lado, 54 trabajadores del Inpe salieron positivo para la enfermedad.